Tienes una idea genial de negocio. Tal vez ya prestabas un
servicio de manera informal y te dispones a ponerlo en marcha lanzándote de
lleno. Y arrancas con tu negocio.
Pero oye, ¿Qué pasa con todas esas obligaciones formales que
hay que cumplir? ¿Me doy de alta como autónomo o creo una sociedad limitada? Y
si creo una empresa ¿cómo llevo la
contabilidad de mi pyme? ¿Cómo hago la facturación y el control de pagos?
Alrededor de todo negocio que empieza, hay un torbellino de
dudas que nada tienen que ver con la forma en la que te ganas la vida, pero que
hay que cumplir con ello. Puede tengas la suerte de saber algo de cómo va todo
esto, porque como yo, en su día estudiaste económicas o administración y
dirección de empresas.
Pero se supone que, el tiempo debes dedicarlo a lo que te
hace ganar dinero. No a otras cosas en las que no estás muy ducho, y no te
hacen más que perder horas de trabajo. Y hay que saber priorizar. Pero
sobretodo, como he dicho en otras ocasiones, hay que saber delegar.
Suele ocurrir que al principio cuando empiezas con tu pequeña
empresa o negocio, te conviertes en una especie de pequeño hombre orquesta.
Donde haces de todo, como buenamente puedes. Y es que al principio hay que
escatimar en gastos en la medida de lo posible. Hasta tener claro si la cosa
marcha o no.
Pero si no quieres que esa gestión multitarea se convierta rápidamente
en un infierno, tienes que empezar a desentenderte de los temas administrativos
cuanto antes y centrarte en lo tuyo. El problema es que ni te da económicamente
como para contratar a otra persona que se encargue de ello, ni sabes muy bien
en quien confiar para externalizar estas tareas.
Pues bien, yo cuando empecé ya hace unos cuantos años, no
estaba tan desarrollado el tema de las aplicaciones
de contabilidad, el software de administración etc. Así que al final
terminas recurriendo a la típica asesoría local de la que por boca a boca o por
un conocido, acabas entrando.
Pero hoy si empezase desde cero, tendría muy claro que
utilizaría un programa de contabilidad online para empresas y autónomos. Que de un tiempo a esta parte han
emergido como una gran herramienta de apoyo para los pequeños empresarios,
donde existía un importante nicho sin cubrir de forma satisfactoria.
Al final lo que está ocurriendo en otros sectores gracias al desarrollo
de la tecnología, es extrapolable a cualquier negocio en el que se realicen
tareas rutinarias, de carácter operativo y que aportan un bajo valor
añadido. La digitalización se va a
cargar muchas de esas funciones.
Por lo tanto, los asesores fiscales y las gestorías, habría
que dejarles para otras tareas de asesoramiento y apoyo, un tanto más complejas
y a medida de cada cliente. Porque todo lo que es administración, es
perfectamente automatizable gracias a programas y apps de gestión de la
contabilidad empresarial.
Y lo mejor de todo es que te libera un montón de tiempo y
recursos, para hacer otras cosas que te generan un mayor beneficio y encima por
un coste menor. Qué sentido tendría si no la digitalización ¿verdad?
El tema es que con una aplicación de facturación y contabilidad online, puedes hacer todos esos procesos
ultra sencillos y totalmente personalizables con unos pocos clics.
Yo no es que me vea tentado a abandonar a mi asesor fiscal,
pero desde luego, para todo lo que es meter los asientos contables, liquidar
impuestos, llevar los libros de contabilidad etc., no tardando mucho no va ser
ni necesario.
Mucha gente, sobre todo empresas familiares o que llevan más
tiempo, han establecido una relación personal de confianza desde hace mucho
tiempo con el asesor y les cuesta desvincularse. Pero honestamente, muchas veces
al externalizar pierdes totalmente el control de esa parte de la gestión de tu
actividad y cuando quieres saber quién todavía no te ha pagado las facturas o cómo
están los estados contables de tu empresa, tienes que estar detrás del asesor
para conseguir la información. Porque están hasta arriba de trabajo y nunca están
disponibles. Y eso a mí no me gusta nada.
Con los programas
online de contabilidad, tienes control total. Y es el software el que
trabaja por ti. Hay una cosa que me parece ya una pasada. Y es que como estos
programas se pueden conectar a tus bancos, generan asientos automáticos,
conciliando además tus movimientos bancarios con tus facturas. En cuanto emites
una factura, también se genera el asiento automáticamente.
Eso te da un control en tiempo real de tu tesorería y de la
situación de las cuentas de la empresa. Tienes la cuenta de pérdidas y
ganancias, los libros mayores y el balance, siempre actualizados. Es un cambio
radical.
Estamos hablando que por un importe de 120€ o 290€ más IVA al
año, tienes cubierto todo lo que hace tu asesor de siempre, excepto la presentación
de cuentas anuales y el impuesto de sociedades, que quizá es lo que puede ser
un poco más lioso si tienes una empresa. Así que a día de hoy, para llevar la contabilidad de una empresa
pequeña, yo no lo dudaría. Mejor un programa de contabilidad online en la
nube. ¿A ti qué te parece?
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Muy buen artículo, saber llevar la contabilidad de una empresa es fundamental para su éxito. Además, se puede contar con profesionales que lleven la contabilidad de la empresa.
ResponderEliminarEs muy importante saber llevar la contabilidad de una empresa, pero también la nuestra personal ya que en las PYMES muchas veces coincide. Para aprender, existen múltiples cursos en los que te enseñan para no cometer errores.
ResponderEliminarEn mi empresa utilizamos SAP, que está adaptado a pymes y grandes empresas. La verdad, de las mejores decisiones que hemos tomado. Saludos y ánimos a todos los empresarios!!
ResponderEliminarSAP es uno de los gigantes tecnológicos europeos. Lo bueno de ellos, es que puedes ir integrando todo con la misma herramienta. Yo de momento me manejo con Sage ContaPlus.
EliminarUn saludo.
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