Por qué deberías tener peor coche que tu vecino

Estoy bastante contento con el coche que tengo. No tiene ni tres años. Sin embargo, ya tengo  en mente cual sería mi siguiente adquisición si tuviese que ir a comprarme uno nuevo ahora mismo. 

De vez en cuando me doy una vuelta por el concesionario y echo un vistazo. No hay ninguna razón por la que podría justificar vender el que tengo y comprar uno nuevo. Ni lo necesito, ni me hace falta cambiar de coche. Pero ahí estoy. 

Para algunas personas, comprar un coche es una decisión racional y meditada. Para muchas otras, es una compra guiada por las emociones y el impulso. Y resistirse a la tentación, en ocasiones, es difícil. Lo concesionarios lo saben. Y por eso quieren que disfrutes de la experiencia de conducir que te gusta y que lo pruebes, para a continuación ofrecerte tantas facilidades como necesite. Puedes haber ido a echar una miradita y sin saber cómo, marcharte habiendo firmando el contrato de compra de tu coche nuevo.   

Hace poco, un vecino mío que cambia de coche cada poco tiempo, se compró el coche que me gusta. El que me compraría si cambiase de coche ahora mismo. Un BMW 420d gran coupé de 190cv, con acabado M sport. Es un coche que parte de un precio de unos 52.000€. Una auténtica locura. 

Cada vez que entro al garaje y lo veo, no puedo resistir echarle un ojo y darle vueltas mentalmente. A veces me digo, lo quiero. Pero rápidamente mi parte analítica, comienza a echar cuentas. Y pienso en el coste futuro de tener hoy ese coche. Y me convenzo de por qué tengo que tener peor coche que mi vecino. 

A mi vecino le gusta cambiar de coche cada cierto tiempo. Los tiene unos años y después vende y vuelve a comprar. Dice que a los 5 años se venden bien y todavía no han perdido mucho valor. Además es la segunda generación de un pequeño negocio de éxito en la ciudad y se ve que dinero no le falta. 

Supongamos que mi vecino y yo tenemos cada uno esos 52.000€. Él se compra el mi coche soñado, pero yo decido seguir con mi coche de gama media unos cuantos años más e invertir ese dinero en unos fondos, que dan de media un 6,5% anual. 

Al cabo de los 5 años, cuando mi vecino (al que llamaremos Ángel), le apetezca comprarse su próximo capricho, tendrá un coche que habrá sufrido una pérdida de valor, digamos del 12% anual. Yo creo que será más, pero sí que es verdad que estos coches de marca Premium, mantienen mejor el valor en el mercado de segunda mano. Total, que cinco años después le dan todavía 27.500€. Casi un 50% menos. 

Yo mientras tanto con mis inversiones, he conseguido que mis 52.000€, se conviertan en 71.250€. A razón de un 6,5% anualizado (algo bastante razonable). Durante este tiempo tanto yo, como Ángel, hemos ahorrado 12.000€ cada año, que hemos dejado a la vista para gastos. 

Mi vecino, que ahora se ha encaprichado de un Volvo S90 T8 Híbrido, necesita reinvertir lo que ha sacado de su viejo BMW más los 60.000€. Y todavía se ve obligado a financiar 8.000€ con el concesionario, para que el apliquen los descuentos y porque no le llega. Pero cree que se pagará casi sólo, con lo que se va ahorrar de combustible en el coche nuevo, al ser híbrido.

Los mantenimientos del BMW todos los años, el seguro del coche, el impuesto de circulación, el coste del cambio de las cubiertas, el combustible, el parking que paga cada vez que saca el coche de casa para que algún desalmado no le raye el coche y alguna multa que otra por exceso de velocidad, han hecho que no haya podido ahorrar tanto estos años.

Yo nuevamente tentado, al ver aparcado el flamante coche de mi vecino, decido tras mucho pensar, seguir con mi ya viejo coche de 8 años. Y meto los 60.000€ ahorrados con los 71.250€ de mi cartera de fondos. 

Al cabo de otros 5 años, Ángel se ha cansado de su Volvo. Y ya está mirando su próxima adquisición. Ha pensado en algo mejor. Pero cree que podrá vender a buen precio el S90. 

Yo por mi parte medito que hacer. Estos años, no han sido buenos en bolsa. Ha habido un par de años de crisis y mis fondos han bajado su rendimiento. Aun así he conseguido sacar un 4% anual. No está nada mal dadas las circunstancias. Mi cartera de fondos al cabo de 10 años, tiene una valoración de 167.511€. De los 112.000€ invertidos, 55.511€ son plusvalías. Y he conseguido ahorrar otros 66.000€, como mi vecino.

Sólo con las ganancias ya podría comprarme el BMW que me gustaba. Porque siendo honestos, mi coche de gama media, al cabo de 13 años se ha convertido un poco en una tartana. Aunque viendo los resultados, a lo mejor ya no quiero tener el coche de mi vecino y me compro otro gama media o lo estiro otro par de años más. Total, es sólo una herramienta que me trae y me lleva. Y hay gamas media, que no tienen nada que enviar a un marca Premium. 

Puede que mi vecino Ángel tenga la vida resuelta gracias al negocio que heredó de sus padres o puede que las cosas se tuerzan y se arrepienta del dinero que se gastó en sus coches de alta gama. Pero si tengo un coche peor que mi vecino Ángel toda la vida, es posible que viva una jubilación tranquila. Podría seguir así echando cuentas 15, 20, 25 años o más. Y por efecto de la capitalización compuesta, las cantidades podrían ir haciéndose muy grandes. No sé si ves a donde quiero llegar.

A lo mejor es un ejemplo un poco llevado al extremo. Pero lo que quiero decir, es que renunciar a consumir hoy activos que se deprecian rápido como los coches, puede hacer que vivas mucho mejor mañana o que puedas gastar en otras cosas que te hagan más falta en el futuro. 

Muchos envidiarán el coche de mi vecino. Pero intentar imitarle es una temeridad. Comprarte un coche por encima de tus posibilidades, es uno de los mayores errores financieros que puedes cometer a lo largo de tu vida. Pero es algo en lo que suele caer mucha gente. Y suele ser la condena de algunas economías domésticas de clase media. Ni te cuento, si encima ese coche se financia con deuda a corto plazo. 

Además te digo que ser el dueño de esos coches, a veces es un suplicio. Cada vez que mueves el coche, te vas de escapada o de vacaciones, tienes que tener mucho cuidado de donde lo aparcas. No sólo porque puedes llamar la atención, sino porque encima la mala baba de algunos pueda hacer que cuando vuelvas te encuentres con algún disgusto. 

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