Han pasado ya 4 años, desde que decidí empezar a invertir en fondos indexados con Indexa Capital, y creo que es buen momento para hacer balance y sacar algunas conclusiones.
Llevo tiempo, casi dos décadas, buscando el santo grial de la
inversión. He pasado por muchas etapas y he probado muchos productos y formas
de invertir. Cómo anécdota te diré que empecé haciendo trading. Supongo que
como muchos que se acercan al mundo de la bolsa y deciden empezar a invertir.
Poco tiempo después, vino una crisis y se me quitó la tontería esa del trading rápidamente. La crisis de las puntocom casi me aleja del mundo de la inversión para siempre. Afortunadamente, por aquel entonces, no tenía mucho dinero que perder. Pero me dolió bastante.
Tras esa experiencia, entendí que lo de estar encima del
mercado comprando y vendiendo cada poco tiempo y quemándome las pestañas con
las pantallas mirando gráficos, no era el camino correcto. Así que decidí
buscar algún libro para aprender a invertir en bolsa y mi biblioteca de libros de bolsa
empezó a crecer. Sin duda, la mejor inversión.
Entonces me llegó el día en que me topé con “El Inversor Inteligente” de Benjamín Graham.
Y tuve una especie de revelación. Aquí ya se habla de los costes de los fondos
de inversión y de cómo lastran su rentabilidad a largo plazo. Se explica la
baja persistencia de los fondos 5 estrellas y la eficiencia de los fondos indexados. O del conflicto de intereses de
los asesores financieros en sus recomendaciones, etc. La verdad es que en ese
momento me quedé más con la idea del margen de seguridad y de que un inversor
particular inexperto podía hacerlo mejor que un gestor de fondos cualquiera.
Supongo que fue un poco sesgo de confirmación. Leía y me
quedaba con lo que quería para reforzar mis convicciones de ese momento. Por
aquel entonces pocos conocían a Francisco Garcia Paramés que lo estaba “petando”
en España con la inversión en valor. Por puro azar, yo me subí por primera vez
al Bestinfond a mediados de 2008. Y sin no pocas dudas, después de comerme
parte de las caídas de la crisis financiera e inmobiliaria, empecé a ver la luz
al final del túnel con alivio a comienzos de 2010.
Un poco asustado por las noticias de crisis que circulaban
entonces, me salí poco después con una exigua ganancia. Mi visión largoplacista
no estaba del todo instalada en mi cabeza. Y aunque creía estar seguro de todo
lo que había leído, una cosa es la teoría y otra la práctica.
Más tarde, en el verano de 2012 tras el “whatever it takes” de Mario Draghi, la suerte me volvió a sonreír.
Me subí de nuevo a Bestinfond, confiado en que Europa saldría reforzada. En
aquellos años, lo de invertir en fondos
indexados era todavía impensable. Bueno, de hecho, ni conocía la manera de
hacerlo ni nadie en España hablaba de ello aun. Y los ETFs no me llamaban por
la fiscalidad y la escasa oferta.
Mi fortuna continuó con algún que otro fondo más. Ya estaba empezando a abandonar la idea de que tenía capacidad de invertir en acciones individuales por mi cuenta y hacerlo mejor que los gestores de esos fondos independientes que empezaban a emerger.
Mi permanencia en los fondos todavía era breve. Entre 1 y 3
años. Pero no me iba mal. Me dejaba llevar un poco por las tendencias o modas del
momento y ganaba algo de dinero. Eso sí, con muchos menos sobresaltos que hasta
2008, donde la volatilidad del mercado condicionaba mis emociones.
Entre tanto, había leído a Burton Malkiel y su best seller “Un paseo aleatorio por Wall Street”. Donde
ponía a caldo al análisis técnico y fundamental, alabando la indudable ventaja
de los fondos índices en contraposición. Volví a releer parcialmente el
inversor inteligente y entonces ya me fijé en lo de los fondos indexados y los costes. Lo que me llevó a investigar un poco
más en internet.
Las primeras referencias me llevaban a los primeros gestores
automatizados que habían surgido en EEUU. Hasta que empezó a operar Indexa Capital en España. Aun escéptico
y desconfiado, no me abrí cuenta en Indexa al principio. Sino que busqué donde
podía contratar esos fondos indexados sueltos, para montarme yo la cartera
de fondos y di con BNP Paribas personal investor, donde me hice cliente. Porque
comercializaban fondos de Vanguard a partir de cifras razonables.
Y no fue hasta 2017 que decidí abrirme una cartera delegada de fondos
indexados en Indexa Capital. No había históricos y aún tenía algunas dudas.
En España prácticamente nadie hablaba de invertir
en fondos indexados y no había históricos para contrastar. Solo backtesting y los resultados de roboadvisors
extranjeros.
En estos años posteriores hasta hoy, han pasado muchas cosas.
Cada vez estoy más convencido de que invertir en acciones sueltas por mi cuenta
es una locura. Como Dice Joel Greenblatt, “elegir acciones individuales sin una
idea de lo que estás buscando, es como atravesar fábrica de explosivos con una
cerilla encendida en la mano. Puedes sobrevivir, pero sigues siendo un idiota”.
Con la bolsa y los inversores aficionados pasa un poco lo mismo.
Ahora ya no tengo dudas de que la gran mayoría de fondos que
venden los bancos comerciales son una castaña y del enorme conflicto de interés
que existe, a pesar de MiFID II. Y entre tanto, se me ha caído el mito value de Francisco García Paramés con su
desastrosa performance en su etapa de
Cobas AM, confirmando lo que decía Benjamin Grahan sobre la persistencia de los
fondos y gestores estrella.
Y aunque es cierto que la coyuntura ha acompañado a la inversión indexada en este tiempo, en estos 4 años que
he estado con ellos, ha habido de todo. Un 2018 con un último trimestre criminal
de malo y un 2020 de pandemia. Me parece un buen test para ponerles a prueba.
He de decir que he tenido un poco de suerte con el momento de las suscripciones adicionales. Esencialmente lo que he hecho, es añadir más dinero en esos momentos de caída fuerte (obviamente nunca acerté con el punto más bajo). Pero eso hace que mi rentabilidad ponderada por dinero sea bastante mejor que mi rentabilidad ponderada por tiempo (6,8%). Las carteras de Indexa me han proporcionado un 8,5% anual en estos 4 años que llevo con ellos, con una perfil 8/10 y soportando una volatilidad del 13,8%. Y sólo he cambiado una vez el perfil.
Sé que es una rentabilidad alta y que con el tiempo se irá
moviendo hacia la media del mercado. Pero es tiempo suficiente para confirmar
que los costes importan. Que las mayores subidas vienen
después de las mayores caídas. Y que no sólo hay que aguantar y ser paciente,
sino aprovechar las crisis para invertir si se puede.
Me ha gustado mucho de Indexa
Capital, que son honestos y transparentes. Que bajan las comisiones a
medida que gestionan más volumen. Su formación al inversor con esos correos
periódicos y esas llamadas a la calma en los malos momentos para contener el
impulso de vender y salir corriendo.
Pero vamos, estoy más que contento con estos 4 años de
inversión en fondos indexados bajo
gestión delegada y automática. Más cómodo no puede ser. Seguiré con ellos. Los
resultados le dan mil vueltas a cualquier cosa que pudiese haber contratado en la
banca personal/privada del banco de turno. El único pero que le saco, es que me
escuece el ego, de no ser capaz de hacerlo mejor por mi cuenta. Y mira que le
he echado horas a esto de las inversiones. Pero seguiré intentándolo. Por lo
demás, todo correcto.
Si tú también quieres probar el servicio de inversión que ofrece Indexa Capital, desde este enlace, puedes invertir 10.000€ sin comisiones de gestión durante un año.
Leí El Inversor Inteligente hace algunos años, no recordaba que ya tuviese datos fehacientes sobre la eficiencia de los fondos indexados. Pues tendré que darle más mérito si cabe a Graham, porque el libro se escribió varias décadas antes de que Bogle los arrancase.
ResponderEliminarHola Obagi,
EliminarLa primera edición del Inversor Inteligente es de 1949. Y por entonces no existían los fondos indexados. Pero la edición de Deusto de 2007,que es la que yo compré, el contenido está actualizado y comentado por el periodista financiero Jason Zweig. Que lo hace un poco más digerible y actual.
Pero vamos, en el capítulo 9 y 10 se habla de las comisiones de los fondos, los asesores y los conflictos de interés.
Un saludo.
Publicar un comentario
Participa en la conversación y déjame un comentario.