El dinero genera problemas. Tanto para el que no lo tiene,
como para el que lo tiene. Ahora bien, siempre será preferible tenerlo que no
tenerlo. Ya que en este segundo caso tendríamos un problema de gestión del
dinero y no de generación de dinero o reducción de deudas.
Y como se suele decir, el dinero no da la felicidad pero
ayuda. El inconveniente es que hay que saber cómo manejarlo para que realmente
cumpla esa función, en cada una de las etapas de nuestro ciclo de vida
financiero.
Es uno de los cuatro pilares en tono a los cuales gira
nuestra vida. Al menos según nuestro horóscopo. Nótese la ironía. Pero es así.
Es algo que nos da dolores de cabeza, nos roba el sueño y que nos preocupa. ¿Dónde invertir? ¿Cómo ahorrar para la jubilación? ¿Qué cuentas son las mejores y
más seguras? ¿Cuál es la mejor hipoteca? O ¿Dónde tienen los mejores depósitos?
Son algunas de las cuestiones que nos planteamos.
Un mar de dudas que nos lleva a buscar asesoramiento
financiero. Una búsqueda que es muy diferente según el país, sexo o tipo de
problema financiero. Hombres y mujeres no toman las decisiones financieras del
mismo modo. No hay que olvidar que la gestión del dinero tiene un fuerte componente
psicológico y cultural. Y por eso buscamos asesoramiento
financiero de forma diferente según quien, dónde y para que cosas.
En el mundo anglosajón hay un mayor arraigo de la figura del asesor financiero y por eso su uso es mucho más elevado en comparación con otros países.
Y aunque en España está subiendo la búsqueda del asesoramiento financiero
independiente en detrimento de la baca comercial, a la par que le queda mucho
camino por andar para equipararse con otros países, también sufre los efectos de
un nuevo competidor. Internet.
Al menos un 30% de los ahorradores o inversores utiliza
internet para buscar asesoramiento financiero sobre inversiones, que bancos
tienen las mejores condiciones para ahorrar y para planificar las finanzas. Y
curiosamente de ese porcentaje más de dos tercios son hombres.
Al parecer las mujeres tienen preferencia por entrevistarse
con un asesor financiero cara a cara. Y toman sus decisiones basándose en el vínculo
y confianza depositada en el asesor, más que por el análisis de unos fríos
datos o una comunicación impersonal en internet.
Por otro lado en España se nota la influencia y el dominio
ejercido por una amplia red de sucursales durante años, que hacen que los
inversores y ahorradores de más edad (a partir de 45 años), tengan preferencia
por buscar asesoramiento financiero
en las oficinas bancarias y en los directores de oficina. Que tienen además un
alto grado de fidelización, aunque tras la crisis esa fidelidad y confianza se
ha deteriorado notablemente.
Por eso más de un 50% de los usuarios que han tenido malas
experiencias con los bancos decide buscar otras fuentes alternativas de
asesoramiento.
Ahora bien, una tendencia muy extendida consiste tener varias
fuentes de asesoramiento financiero.
Donde las páginas especializadas de información financiera, los videos y
conferencias de profesionales en la red, los blogs y los foros, representan
una fuente de búsqueda de información y asesoramiento con un marcado sesgo
creciente. Así como Google se ha convertido en Dr. Google para dar respuesta a
muchas de las dolencias y problemas de la salud, poco a poco se va convirtiendo
en asesor Google. Dando respuesta a
las múltiples cuestiones de ahorradores e inversores de todo el mundo.
Las webs de gestión de finanzas domesticas o las
aplicaciones conocidas como asesores de bolsillo del estilo de Ahorro.net o Fintonic, están expandiendo su uso.
Tampoco hay que olvidar a las redes sociales y las comunidades
financieras como Unience, Impok o Rankia.
O el impacto que tienen los comparadores de productos financieros y seguros en
la simplificación sobre la toma de decisiones de contratación online.
En el caso español el asesoramiento
financiero suele demandarse para solucionar problemas de gestión dinero. Y
curiosamente casi nunca se hace para resolver problemas de deudas. Prácticamente
nadie consulta a un asesor financiero independiente para firmar una hipoteca.
Hace la búsqueda por su cuenta y una vez decide la entidad, de deja asesorar
por el banco. Algo que no ocurre en países de mayor tradición e historia en las
finanzas.
En el perfil español, mayoritariamente los grandes
patrimonios, personas con conocimientos y experiencia en inversiones, quienes
han tenido malas experiencias anteriores, proteger el dinero de un divorcio o quieren planificar sus finanzas o resolver un
problema puntual, buscan un profesional para contratar asesoramiento financiero.
Los ahorradores e inversores de menos de 45 años y
especialmente varones mayoritariamente, tienden de forma creciente a buscar
información en a través de diferentes vías y solucionar sus problemas
de finanzas personales buscando información a través de un buscador. Y dado el
volumen de dinero a gestionar, sus conocimientos y experiencias personales, no
perciben valor añadido en el asesoramiento de pago. Por lo que suelen combinar
la búsqueda de información previa a la contratación en oficinas físicas o vía
online.
Todos necesitamos asesoramiento
financiero de forma más continuada o puntual. Pero indudablemente cada uno
actúa de forma diferente y las nuevas tecnologías están cambiando el paradigma
del asesoramiento financiero tal y como lo conocíamos hasta ahora. Y tú, ¿En qué
casos buscas asesoramiento financiero? ¿Para qué necesidades?
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