España es una fábrica de titulados universitarios que tiene
una gran descorrelación con el perfil demandado por las empresas. En general
hay un exceso de demanda de empleo en casi todas las áreas profesionales, respecto
de los puestos ofertados por empresas e industrias.
Con lo cual encontrar un empleo acorde con los estudios
realizados se convierte en una carrera de obstáculos de terrible competencia.
Por ese motivo, desde hace ya unos años, uno de los elementos diferenciadores
clave es dominar otros idiomas.
Esta etapa en otras universidades fuera de España, unido a la
experiencia en el extranjero y el aprendizaje de otro idioma, es el punto de
partida para de muchos estudiantes para decidirse a realizar un master en el extranjero y tratar de
encontrar un empleo acorde a sus estudios fuera de nuestras fronteras.
Las opciones son muy variadas. En Europa es posible cursar un
postgrado en instituciones de prestigio con tasas de estudio inferiores en
España, pero para muchos un máster en EEUU es el broche perfecto para un
currículo proyectado para trabajar en el exterior.
De hecho, un master en el extranjero aunque no sea un garantía
cien por cien de trabajo, si tiene un retorno mucho más elevado en términos de
inversión-recompensa.
Y es que decidir estudiar
un máster en el extranjero para conseguir el empleo soñado, requiere una
inversión de tiempo y esfuerzo mayor que un postgrado en España. Puesto en
muchas de las universidades van a aplicar baremos muy exigentes de conocimiento
de idiomas. Además de una exhaustiva entrevista personal y una presentación de
méritos consistente.
En el extranjero al igual que en España, los masters y la
formación de postgrado son un gran negocio. Pero en otros países se toman mucho
más en serio los requisitos de acceso. Si te vas a cursar una formación en
inglés, lo mínimo que te van a pedir es acreditar un Advanced o incluso un Proficiency.
Para cursar un master
en EEUU, en lugar de presentar las acreditaciones de Cambridge lo habitual
suele ser que se exija una puntuación alta en el TOEFL. Si
hablamos de Reino Unido es más interesante presentarse al IELTS.
Los americanos son muy de hacer pruebas psicotécnicas o de
madurez para determinar el acceso a la universidad. Una buena beca o un
convenio institucional también ayudan mucho para allanar el camino.
Luego está el tema económico. A nivel de formación de postgrado
y cuando hablamos de universidades en el extranjero, te puedes dejar en tasas
universitarias desde el equivalente a valor de una moto o hasta el de un
apartamento en Madrid.
Uno de los dramas de los estudiantes de posgrado en
universidades como Stanford, Harvard o Yale, es que muchos asumen importantes
deudas para afrontar el pago de los gastos de matrícula y estancia. Que luego
tardarán años en devolver, si no son capaces de capitalizar esa inversión con
la contratación inmediata, en un puesto bien retribuido nada más finalizar su
formación.
Luego hay que pensárselo muy bien antes de meterse en según qué
máster. La presión de haber invertido una suma importante o incluso haberse
endeudado, unido a la competencia para ser contratado por las mejores empresas,
pesa mucho.
Muchas universidades en el extranjero, especialmente las
americanas, van a solicitar además que se acredite un aval o certificado de capacidad
económica para demostrar que se tiene suficiente dinero para permanecer en el
país durante el periodo de estudio.
En principio un master
en el extranjero abre muchas puertas para trabajar, pero fundamentalmente en
el extranjero. Dar ese salto cualitativo implica abrir mucho la mente y la
disponibilidad para viajar y ocupar un puesto de trabajo. Si lo tienes claro,
adelante.
En cuanto a las expectativas de poder establecer una red de
contactos valiosa, piensa que normalmente el perfil de los estudiantes con los
que puedes codearte, suelen ser personas de familias bien relacionadas y de
rentas altas, pero por otro lado, personas ambiciosa con trayectorias
académicas brillantes con potencial para llegar lejos en un futuro.
Los contactos de valor puede que surjan de entre las personas
con las que estudies el master, pero una vez estéis cada uno en vuestras
respectivas empresas. Ese tipo de sinergias normalmente se logran en masters
orientados a profesionales en activo.
Luego en resumen y a grandes rasgos, un máster en el extranjero ayuda para trabajar. Pero es un camino de
no retorno, que implica un alto grado de motivación e implicación con el
objetivo. Donde la inversión e recursos tiempo y dinero es elevada. Siendo las
opciones formativas y los resultados, tremendamente variados.
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