Impuesto sobre transacciones financieras 2021. ¿Cómo afecta a mis inversiones?

El 16 de enero de 2021, entrará en vigor el nuevo Impuesto sobre Transacciones Financiaras (ITF) o también popularmente conocido como Tasa Tobin, que fue aprobado en octubre de este año y que gravará la compra de acciones cotizadas españolas según se publicó en el BOE. Aunque no todas se verán afectadas, como veremos a continuación.

Lamentablemente, este nuevo impuesto, va en contra de los principios del libre comercio. Y tendrá consecuencias en el ya maltrecho mercado bursátil español. En el que se desincentiva la inversión con su aplicación. Y difícilmente logrará su objetivo de luchar contra la especulación y reducir la volatilidad del mercado nacional.

¿Qué es el Impuesto a las Transacciones Financieras y como me afecta?

Se trata de un impuesto que gravará a partir de enero de 2021, con un 0,2% adicional, la compra de acciones cotizadas españolas. Pero hay una serie de condiciones y requisitos.

             -Que el valor de capitalización bursátil de la sociedad sea superior a 1.000 millones a fecha del 1 de diciembre del año anterior. Luego veremos un listado.

             -Que las empresas tengan acciones admitidas a cotización en España o en un mercado regulado de otro país miembro de la Unión Europea. También está gravadas las compras de acciones españolas que coticen en otros mercados extranjeros.

         -Serán gravadas por este impuesto, todas las operaciones que se realicen dentro y fuera de mercado, como ocurre con las “aplicaciones sobre acciones”.

          -Están sin embargo exentas algunas operaciones, como las salidas a bolsa (OPVs), las operaciones derivadas de restructuración empresarial u operaciones entre empresas de un mismo grupo, por poner algunos ejemplos.

El Impuesto a las Transacciones Financieras en España, encarece las compras de acciones españolas en un 0,20%, recayendo en el inversor el pago del sobrecoste. Y como bien hemos dicho en otras ocasiones, cualquier incremento de costes, lastra el resultado de las inversiones a largo plazo.

El Gobierno ha decidido aplicar este impuesto, que dice afectará a las personas más ricas, ya que sólo un 10% de los ciudadanos tienen acciones en su posesión. Sin embargo, lo que hace, es golpear de lleno al bolsillo de la clase media y no es más que otra acción más con afán recaudatorio.

De modo que, este nuevo gravamen, no va a conseguir, sino desincentivar la inversión en los principales valores de las bolsas españolas. Reduciendo la liquidez y el volumen negociado. Con el consiguiente deterioro en el acceso a financiación en los mercados de las grandes compañías cotizadas españolas.

Una mala noticia sin duda, para el libre mercado y correcto funcionamiento de las bolsas en España. Además, como ya se ha comprobado en otros países como Francia e Italia, en los que se han aplicado impuestos a las transacciones financieras similares, este gravamen no ha cumplido con las expectativas de recaudación.

Más sorprendente es si cabe, el hecho de que si se venden en el mismo día las acciones que has comprado, la base imponible es nula y el Impuesto sobre Transacciones Financieras es cero. Con lo cual, con la fiorma en la que se ha diseñado su aplicación, no sirve para desincentivar la especulación a corto plazo, sino todo lo contrario.

¿Cómo se puede evitar el pago del Impuesto sobre Transacciones Financieras?

Por suerte, existen otros muchos países y mercados desarrollados en los que es posible invertir, sin necesidad de pagar Tasa Tobin o Impuesto sobre Transacciones Financieras. Así por ejemplo el mercado alemán (Xetra), la bolsa de Japón (Topix) o cualquiera de las bolsas americanas, estarían exentas.

Hace unos años, puede que plantearse invertir en acciones extranjeras fuese un problema, por las elevadas comisiones que aplicaban los brókeres más habituales. Pero en la actualidad es posible abrir una cuenta de valores en un bróker con comisiones cero o muy bajas y con acceso a los principales mercados mundiales y herramientas de inversión. Por lo que no hay excusa.

Por otro lado, si no queremos salir de la bolsa española, hay que recordar que el ITF sólo grava las compañías de más de 1.000 millones de capitalización. Por lo que se podría seguir invirtiendo en bolsa española, pero centrándose en las small y mid caps. O también, en los valores extranjeros que cotizan en España, independientemente de su capitalización bursátil.