El tipo de inversiones han
evolucionado gracias al avance tecnológico, en el que aún hay muchas personas
que invierten en inmuebles, compran bonos, oro o invierten en bolsa. Aunque en
la actualidad, fijan la vista en las novedades que ofrece el sector financiero
como son la compra y venta de criptomonedas. Este nuevo tipo de forma de pago
nació como una alternativa a las monedas físicas y al sistema bancario
tradicional, siendo la primera y más conocida el Bitcoin, creado por Satoshi
Nakamoto en 2009. Lo novedoso de este tipo de pago es que están basados en una cadena de bloques o blockchain que eliminan a los intermediarios, de modo que
la gestión queda descentralizada.
Diez años después de la salida al
mercado de esta primera moneda podemos decir que existen más de 1500 monedas en
el mundo y que, cada día, aparecen muchas más nuevas que en algunas ocasiones
no llegan ni a salir a la venta, fallando un 92 % de los proyectos basados en
una cadena de bloques desde 2015. No debemos de olvidar que, como otras forma
de inversión, estas tienen una parte de riesgo y de azar, como puede ocurrir en
las casa de apuestas, como bet365, cuando apostamos online en nuestro deporte preferido. Por ello, deberemos de investigar nuestras diferentes opciones y tener
claro los objetivos que queremos conseguir con la inversión antes de proceder a
la compra de las mismas.
La primera idea que llegó a los
usuarios sobre este tipo de métodos de pago fue la imagen de moneda digital que
no dependía de ninguna autoridad relacionada con ninguna moneda, banco o
gobierno; viendo este nuevo activo como una alternativa a los métodos
tradicionales. Esto unido a la exclusividad las hace muy atractivas, ya que su
valor en el mercado es similar al de otros bienes escasos como el oro.
¿Lo difícil? Elegir cual queremos
poseer y su rentabilidad. Para seleccionar nuestro activo podemos consultar el mercado a tiempo real o mirar los valores en diferentes casas de cambio o brokers que
son agencias que se dedican a la compra de estas para su posterior reventa.
Otras opciones son las casas de cambio tradicionales, en las que los diferentes
usuarios pueden comprar o intercambiar sus monedas a tiempo real, o los
intercambios P2P (“peer to peer” o comunicación entre iguales) en la que estos
pueden vender y comprar estos activos a particulares. Tanto los brokers
como los intercambios P2P suelen conllevar un coste de gestión, aunque suelen
ser los métodos más usados por aquellos que se están iniciando.
En cuanto al lugar dónde realizar la
inversión, podemos basarnos en la cantidad de monedas diferentes que ofrece,
las comisiones por compra o cancelación, la posibilidad de crear una cartera
digital en la que guardar nuestra adquisición sin la necesidad de registrarnos
y, por supuesto, la seguridad. Las plataformas más conocidas utilizan un
sistema de depósitos en USB o papel para mantener a sus compradores a salvo de
piratas informáticos. Una vez hayamos investigado y detallado nuestro plan de
inversión y tengamos claro qué moneda queremos adquirir, cuánto estamos
dispuestos a invertir y qué agencia o forma de intercambio queremos utilizar
estaremos listos para iniciarnos en el mundo de las criptomonedas.
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