Ahora que las vacas flacas parecen dejar paso a otras un
pelín más gordas, muchas personas se preguntan si deberían empezar a sacar
rentabilidad a sus ahorros. Pero esta sencilla pregunta esconde muchas otras
detrás que nos asaltan en cuanto decidimos que la respuesta es sí.
¿Cómo invertir y dónde de manera segura y conforme a mis
preferencias y exigencias?
No es fácil. Si algo nos ha enseñado la crisis económica que
todo se lo llevó por delante en 2008 es que el sector financiero es grande y
traicionero, por lo que hay que saber bien cómo nos movemos en este ámbito si
no queremos terminar enfangados. Saber invertir se ha vuelto más que nunca el
arte de quien sabe informarse y también de quien tiene una visión amplia y bien
formada de los vaivenes económicos.
En cualquier caso, son muchos los que se resisten a dejar
engordar su cuenta de ahorro sin más miramientos, ya que los costes bancarios
de mantener sus ahorros implican también una erosión de los mismos.
Para aquellos que se preguntan dónde
invertir mi dinero, este artículo ofrece una pequeña selección de los
principales tipos de opciones y de los aspectos a tener en cuenta a la hora de
decidirse por una de ellas. En cualquier caso, lo más relevante sea cual sea tu
decisión, es que no olvides que para cada perfil inversor existe un cierto tipo
de producto financiero, y que escogerlo bien es una de las claves para hacer
que nuestro colchón se infle según nuestras necesidades.
En este sentido, se puede afirmar que, de manera general, el
perfil inversor depende de tres factores principales. El primero de ellos, sin
duda alguna, tiene que ver con la cantidad de dinero que manejamos y que hemos
decidido invertir, teniendo siempre en cuenta que no debemos destinar a
inversiones aquel dinero que necesitemos para nuestros gastos habituales, sino
aquel del que no necesitamos disponer a medio o largo plazo.
El segundo factor, por el contrario, está relacionado con
nuestros objetivos en términos de rentabilidad. Y, por último,
un determinante esencial es nuestra propensión al riesgo a la hora de
afrontar nuestra inversión. Por este motivo, determinar si nuestros ahorros
tienen por objetivo la adquisición de una casa o la realización de un viaje
tendrán consecuencias directas sobre el modo en el que afrontamos nuestro
proyecto de inversión.
Del mismo modo, en función de nuestro nivel de ambición en
términos de rentabilidad y aceptación de las potenciales pérdidas, podremos
decidir sin dificultad la estrategia que se adecúa a nuestras necesidades.
Entre las posibilidades que se encuentran disponibles en el
mercado financiero, los fondos de
inversión despuntan como una de las opciones que más interés atraen. Con
todo, el concepto y su funcionamiento resultan desconocidos para muchos
ahorradores que en un determinado momento deciden invertir por primera vez sus
ahorros.
Un fondo de inversión es un instrumento financiero comparable
a una gran hucha donde convergen los recursos de los pequeños y grandes
ahorradores. La gestión de la " hucha " se confía a una sociedad de
gestión de inversiones que ofrece la ventaja de un servicio de inversión
profesional a todos los ahorradores que, de otro modo, no podrían permitírselo
por tener un capital pequeño o carecer de las competencias necesarias.
El administrador de un fondo invierte en diferentes tipos de
activos como efectivo, bonos, acciones y bienes raíces. La decisión de qué
comprar depende del objetivo de inversión del fondo.
Otra opción son las inversiones inmobiliarias, que también
se sitúan entre las más valoradas. Sin embargo, las barreras de entrada que
entraña este sector y las dramáticas consecuencias de la burbuja inmobiliaria
en nuestro país han resultado en una cierta caída de la confianza en este
ámbito para muchos inversores otrora atraídas por el mismo.
De todos modos, lo cierto es que el sector inmobiliario ha
cambiado mucho en los últimos años, y con él también los tipos de inversión que
pone a disposición de sus clientes. A día de hoy, existen numerosas fórmulas para
llevar a cabo inversiones inmobiliarias.
La primera y más común es la adquisición de bienes inmuebles,
ya sean nuevos o a reformar, según el tipo de inversión que deseemos realizar a
medio o largo plazo. Con todo, lo que no se puede obviar es que esta requiere
un gran esfuerzo de inversión y, por lo tanto, un relativamente largo proceso
de amortización. Una alternativa a esto las SOCIMIs o Sociedades Cotizadas
Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario, que se mueven en el sector
bursátil.
En
España se encuentran tanto en el Mercado Alternativo Bursátil o el en mercado
continuo, como en el IBEX35. Su ventaja frente a la inversión directa en
inmuebles son la gestión profesional, las ventajas de la cotización en bolsa y
un cierto grado de diversificación. También existe el crowdfunding
inmobiliario, que se vehicula a través de internet.
También te puede interesar:
Has tocado el punto clave, el ahorro es el principal punto que debemos tomar en cuenta para la buena administracion, y se puede ir haciendo en el dia a dia en las cosas simples.
ResponderEliminarPublicar un comentario
Participa en la conversación y déjame un comentario.