Dime como financias tu activo circulante y te diré si estás
en riesgo de arruinar tu empresa. Una de las principales funciones del director
financiero es la financiación del
circulante y la gestión de la liquidez de tu compañía. La importancia que
tiene el circulante en tu empresa, radica en que es la pieza clave a través de
la cual tu negocio genera beneficios. Y cuanto mayor es su rotación o
circulación con margen, mayor será el resultado atribuible a tu empresa.
La proporción entre activo corriente y pasivo corriente en el
balance de tu empresa, tiene un significado muy relevante, ya que diagnostica
la solvencia y determina la viabilidad de tu negocio. Además, sirve como
indicador de necesidad de actuaciones que permitan corregir posibles problemas
de gestión. Veamos cómo mejorar la gestión del circulante de tu empresa.
La importancia del
fondo de maniobra y la gestión de la liquidez
El fondo de maniobra
es la diferencia entre activo circulante y pasivo circulante. Si la diferencia
es positiva, es un síntoma de equilibrio patrimonial en la estructura de
balance de la empresa. Sin embargo si este es negativo, es una señal que
debería llevarte a tomar medidas urgentes, para devolver las deudas a corto
plazo.
Hay discrepancia de opiniones sobre este aspecto, pero una
primera medida para resolver el problema
del fondo de maniobra negativo, podría ser desinvertir en activo no
corriente para conseguir liquidez y reequilibrar los circulantes a corto.
No obstante un fondo de maniobra negativo no tiene por qué
ser malo en todos los sectores. Depende, en gran parte, de la actividad.
Por otra parte, antes de entrar con la financiación del circulante, ni que decir tiene que el cash, es el
oxígeno de la empresa. Y que si no se toman ciertas medidas para casar
correctamente cobros y pagos, los problemas no tardarán en llegar.
Financiación
circulante. Formas de financiar a la empresa
Una de las principales partidas que hay que analizar antes de
buscar otras vías de financiación del
circulante, es el periodo de pagos y cobro a clientes. Según tu actividad,
esto puede variar, pero lo normal es que no tengas financiación espontánea
gracias a tus deudores, sino al contrario.
Si los periodos medios de cobro son superiores a los de pago,
hay que recurrir a otras formas de financiación
para empresas que puede proporcionarte la gestión bancaria. Desde cuentas
de crédito, a descuento de pagarés y facturas, pasando por anticipos y
financiación de impuestos, son algunas de las fuentes de crédito para empresas
que puedes encontrar en los bancos.
Cuando esos créditos a corto, se convierten en disposiciones
permanentes por el alto desfase entre cobro y pago o son de alta rotación, puede
asfixiar los flujos de caja a corto y en ese caso es conveniente prestamizar y
llevar a plazos más largos los métodos de financiación. Para poder conseguir financiación para empresas a medio y
largo plazo, es necesario presentar una buena situación financiera.
Hay que entender, que en la mayoría de empresas, el capital circulante va a ser el motor de
la generación de beneficio de tu negocio. Por lo que no se puede descuidar el
cash-flow de la compañía. Es un buen indicador que suele determinar la
capacidad que tiene la empresa de atender tus obligaciones de pago en el corto
plazo.
Como ves la gestión
del circulante es crítico para la evolución y supervivencia de tu negocio.
Un buen control y análisis financiero de la financiación del circulante a tiempo, puede problemas derivados de su gestión.
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