Superadas las fechas navideñas, la época
de regalos y cenas, llega la hora de afrontar el nuevo año, y no sólo hay que
vérselas con la cuesta de enero, sino que muchas familias aprovecharán para
hacer reformas o plantearse la nueva etapa como una oportunidad para ahorrar o
mejorar la economía doméstica.
Muchas plataformas como Credy24 han detectado
esta necesidad, y ofrecen créditos rápidos online a aquellos que necesiten una
pequeña ayuda para iniciar los nuevos proyectos o cubrir pequeñas deudas que
hayan podido contraer durante las navidades.
Sin embargo, lo mejor antes de empezar
el año, nuevas aventuras con la familia o pedir dinero prestado, es aprender a
calcular una cifra estimada de los gastos
familiares que habrá que asumir, y hacerse una idea de cuánto habremos
consumido a final del año e intentar planear un ahorro o una mejor distribución
de nuestro dinero.
Para tener una economía familiar saneada debe ahorrarse, al menos, un diez
por ciento de los ingresos, que pueden destinarse a saldar deudas, hacer
reparaciones en el hogar, un fondo de emergencias o preparar la jubilación. Conviene aprender a organizarse, ya que los
gastos de las vacaciones pueden llegar a desequilibrar las previsiones de economías
muy estables. Para llevar un buen control
de ingresos y gastos, lo más aconsejable es elaborar un presupuesto
familiar completo y lo más detallado posible.
Un presupuesto
familiar puede servir de gran ayuda para visualizar las opciones que habrá de
cuadrar las cuentas mensuales. Es una herramienta que debe crearse antes de que
comience el año y revisarse de manera permanente para realimentarlo con datos
reales y actuales que reajuste las cuentas, para poder tomar mejores
decisiones.
Un presupuesto puede ayudar a una
familia, igual que ayuda a las empresas a controlar su negocio y organizar su
dinero.
Calcular gastos fijos y tomar conciencia
de ellos puede suponer un pilar fundamental para aquel que quiere fomentar el
ahorro y optimizar los gastos. Después, siempre pueden aplicarse trucos o
descuentos para reducir el impacto económico.
Para esto, habrá que tener una relación
de todos los gastos que tendremos seguro mensualmente, algunos de ellos son la
luz, el agua, la hipoteca, la gasolina, el teléfono o la alimentación. Al
finalizar, es tan sencillo como sumar las cantidades mensuales, el resultado
nos permitirá saber a cuánto ascienden nuestros gastos fijos a final de año.
Además, podemos añadir algunos
desembolsos anuales, como los seguros de vida y salud. A continuación, una vez
identificados los gastos, puede hacerse un primer planteamiento de cuales son
reducibles, cuáles fijos y cuáles los más recurrentes. Por último, tienes que
estimar las fuentes de ingresos que se tiene, si es que se dispone de una
nómina fija, o los que se estiman si no es así, para cada mes del año,
aunque parezca un detalle es aconsejable hacerlo con un color diferente,
para distinguirlos a simple, vista. Restando a los ingresos los
gastos, se puede obtener una idea bastante aproximada del ahorro que
puede esperarse para cada mes del año.
También te puede interesar:
Publicar un comentario
Participa en la conversación y déjame un comentario.