A pesar de que los bajos
tipos de interés castigan la rentabilidad de los depósitos, éstos siguen
siendo un producto comercialmente beneficioso para las entidades financieras,
por lo que siguen situándose en la punta de lanza de las colocaciones de productos bancarios.
Los expertos recuerdan que las previsiones sobre los tipos de interés no son positivas, por lo
que lo más conveniente para los ahorradores es buscar alternativas de bajo riesgo con rentabilidades más altas que las de
los depósitos. Al final de este texto, explicamos algunas.
Hoy, los expertos de Asesora.com, han estudiado tres de los depósitos más populares del
mercado a doce meses: Depósito Gasol, Depósito de La Caixa y Depósito Naranja a
plazo. Como todos los depósitos comercializados en nuestro país, están bajo la supervisión directa del Banco
de España, que vela por la veracidad de los mismos y garantiza hasta
100.000 euros, y los tres se caracterizan por la posibilidad de obtener una liquidez inmediata, con matices.
Las otras características del Depósito Gasol a 12 meses son que
admite la cancelación anticipada total o parcial y una inversión mínima de 300 y hasta 500.000 euros. Está dirigido tanto
a personas físicas como a autónomos y comercios. Su principal pega, en cambio, es
que se renueva automáticamente. “A
pesar de que en la página web del banco lo muestran como una ventaja, ya que
explican que esta renovación es para asegurarse que el dinero sigue creciendo,
considero que no es adecuado renovar el
depósito sin informar al inversor”, explica Robert Casajuana, experto de
Asesora.com.
El importe mínimo para contratar el Depósito a doce meses de La Caixa es
de 1.000 euros y, en realidad, ofrece la posibilidad de invertir a 1, 3, 6 o
doce meses.
Por su parte, el Depósito Naranja a plazo ofrece una tasa anual equivalente (TAE) del 0,7%,
la más elevada de los tres. Sin embargo, aunque ofrece liquidez inmediata y
afirma que se puede disponer de todo o parte del capital en cualquier momento,
el interés obtenido es el 0,25% anualizado, “con lo que no es del todo cierto que puedas disponer de tu capital sin
restricciones”, señala Casajuana.
En general, y además de todo lo apuntado anteriormente, el
experto recuerda que desde el punto de vista de la fiscalidad, los intereses generados por un depósito
se consideran rendimientos de capital mobiliario y están sujetos a retención
fiscal, según la normativa vigente. Este tipo de producto no permite
capitalizar los intereses.
Las alternativas a un
depósito podrían ser una cartera de fondos de inversión defensivos o una cartera de bonos a vencimiento, dos
opciones para mejorar la rentabilidad sin asumir un riesgo elevado, según los
expertos de Asesora.com.
La opción de crear una
cartera de fondos de inversión muy diversificada y conservadora pasaría por
preservar el capital en un horizonte temporal de 12 meses, asumiendo el
mínimo riesgo y batir al depósito en activos 100% líquidos.
Los activos de deuda
se parecen a los depósitos en que el inversor percibe una cantidad de
intereses conocidos de forma periódica y que tienen vencimiento. Además, en la
deuda, a diferencia de los depósitos, el rendimiento no solo viene vía cupón.
Al cotizar en un mercado secundario se podrá obtener un beneficio adicional vía precio. Es decir, en el peor de los casos
se mantendrá el título a vencimiento y, en el mejor, se incrementará el retorno
de la inversión con la venta.
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