La sanidad pública española goza todavía hoy de buen
prestigio a nivel internacional. Aunque si se nos compara con los sistemas de
salud de algunos países europeos, el Sistema Nacional de Salud puntúa a la baja. ¿Tiene sentido plantearse contratar un seguro médico privado?
Mientras que no ha faltado el dinero, hemos podido presumir
de calidad sanitaria. En el momento en que hemos sido golpeados por la crisis
económica, la sanidad pública española se ha deteriorado de forma notable.
Largas colas de espera, recursos limitados, errores médicos,
falta de abastecimiento en medicamentos, deterioro de la medicina preventiva, disminución
de la investigación médica, mayor número de errores en diagnóstico y así un
largo etcétera que ha reducido la calidad asistencial.
Desde la gestión sanitaria de los hospitales, se achaca ese
empeoramiento a los recortes como consecuencia de la crisis. Sin embargo otros países
europeos, han sufrido el mismo ajuste en presupuesto y no se ha notado tanto en
su sanidad pública.
Esto lo que pone de manifiesto, es que hay una deficiente
organización y administración sanitaria. Que además se sustenta en un sistema
de financiación pública poco viable. A la vista de las circunstancias, veamos
algunos pros y contras de contratar un
seguro médico, frente a la sanidad pública.
Para empezar, si la sanidad pública se ha deteriorado, es en
gran medida por los muchos abusos y despilfarros que se han hecho del Sistema
Nacional de Salud.
Hasta hace poco tiempo, se generaban listas de espera
deliberadamente, para justificar la necesidad de las peonadas quirúrgicas y de
consulta. Muchos empleados de los hospitales, hacían del abastecimiento
hospitalario, su propio botiquín o farmacia gratuita. Existía y existe todavía una
connivencia entre los laboratorios farmacéuticos y sanidad, para comprar lotes
de medicamentos a cambio de jugosas “ayudas” a fondo perdido en viajes, cursos
y congresos.
A todo eso hay que unirle el turismo sanitario, la
discriminación positiva en la atención médica con inmigrantes y el abuso de los
servicios hospitalarios por parte de médicos que simultanean la consulta
privada en un seguro de salud privado y lo público.
Pero es que además, somos la puerta de entrada a Europa, de recién
titulados en medicina de países latinoamericanos, que consiguen un fácil acceso
a la formación y homologación de sus estudios a través de España. Para luego ir
a capitalizar lo aprendido en otros países de la Unión Europea que les
retribuyen mejor. Y todo por el laxo control y exigencia que se hace con los
MIR (Médicos internos residentes) extranjeros, en detrimento de nuestros
propios titulados a los que les quitan plazas de residentes impidiéndoles
formarse.
Lamentablemente, en lugar de mejorar los sistemas de
organización y gestión sanitaria, para recortar gasto, se opta por retirar la tarjeta sanitaria a los jóvenes españoles que se van al extranjero a
trabajar por necesidad.
Aunque es cierto que algunas cosas están cambiando, con todo
esto, lo que se percibe es que la sanidad que hemos tenido hasta ahora es
insostenible. Y para ciertas cosas, si uno quiere que le atiendan de forma ágil
cuando tenga un problema, no queda otra que contratar un seguro médico.
Siempre estará el atajo de conocer a alguno con bata que
trabaje en el hospital y conseguir el favor de los enchufes para que gestionen tu
caso. Algo que por desgracia, también es muy español.
Poco a poco, la sanidad pública española, va quedando como
garantía sanitaria para gente de pocos recursos. Y quienes tienen la suerte de
tener en su hogar unos buenos ingresos, no les queda otra que ir con la Visa en
la boca y pagárselo de su bolsillo.
Hay ventajas evidentemente. Al contratar un seguro de salud
privado, puedes evitar consultas masificadas, tienes al opción de adaptar
el horario de tu médico a tu trabajo y tu rutina. Hay clínicas privadas con muy
buenas instalaciones y equipamiento moderno. Las coberturas de muchos seguros
médicos cubren parte del gasto farmacéutico, tienes un amplio cuadro médico,
puedes elegir facultativo y que te reembolsen parte del coste de las consultas
etc.
No sólo como segunda opinión médica, rapidez para atender un
problema de salud o para flexibilizar los horarios, vale para tener una
tranquilidad psicológica de tener los riesgos cubiertos.
Evidentemente esto no se lo puede permitir todo el mundo.
Luego de entrada hay una limitación de capacidad económica. Pero mira EEUU, la
cobertura médica tiene que salir del bolso del ciudadano y el que no casi se
podría decir que se muere. Y aquí espérate, que todo llegará.
Pero lo malo es que los seguros
de salud, se han convertido en un creciente negocio y fuente de ingresos
para los bancos y aseguradoras. Que han visto que la sanidad pública cada vez
está peor y en estas fechas bombardean por todos lados con anuncios de seguros de salud Sanitas, Mapfre Salud,
Adeslas, DKV, etc. Es la época de los seguros médicos privados, ya que
muchas pólizas vencen en enero.
Esa venta masiva de canales no especializados, es lo que lo
hace peligroso, porque no se sabe lo que se contrata: Ni se conoce por parte de
quien lo vende, ni se sabe explicar. Pero es una buena fuente de ingresos. Y se
mete con calzador si hace falta.
Pero luego llegan los problemas, porque aunque los paquetes
de oberturas suelen ser muy similares, hay una extensa y amplia letra pequeña.
Cosa que luego puede llevar a sorpresas. Y es que es una práctica habitual,
darse de alta en seguros de salud
cuando surge un problema serio. Y las aseguradoras aplican periodos de
carencia, te echan para atrás por preexistencias y otras muchas cosas.
Con la salud no se juega ¿Tú qué harías? A la vista de cómo está
la sanidad pública, ¿contratarías un
seguro médico privado? O no crees que merezca la pena. ¿Crees que las
empresas deberían ofrecerlo de forma obligatoria como retribución al empleado?
También te puede interesar:
Por otro lado, algo incomprensible, es la obligación de tener que enumerar tus enfermedades pasadas, pues OJO, estas enfermedades anteriores quedan EXCLUIDAS de la póliza. Si has tenido un cáncer se excluyen todos los tratamientos presentes y futuros sobre ese cáncer (tendrías que esperar a tener uno nuevo para ser cubierto por la póliza).
ResponderEliminarConclusión: o te haces una póliza médica al momento de nacer, o prepárate a pagar de tu bolsillos las enfermedades excluidas del seguro.
El cuestionario de salud del seguro médico es muy exhaustivo, a fin de evitar cargar con una siniestralidad excesiva. Al fin y al cabo los seguros privados son un negocio.
EliminarA veces esas enfermedades preexistentes no son excluyentes. Depende mucho de la gravedad y de la valoración médica que te hacen para acceder a las coberturas del seguro. Lo mismo suele pasar con los seguros de vida.
Los seguros están para no tener que usarlos por necesidad. Las aseguradoras viven de lo que ganan con lo que se paga por cubriri la posibilidad de ocurrencia de un riesgo. No por dar servicio a riesgos ya acaecidos.
Un saludo.
En la sanidad española ha habido muchos que se han llenado los bolsillos a base de bien. Como en otros estamentos en España, aquí también hay mucha corrupción y mucho jeta.
ResponderEliminarEn cuanto les han cortado el grifo de la pasta, han salido a la calle con sus mareas blancas. Algunos han vivido muy bien a costa del dinero de todos. Y ahora quien generar malestar en los pacientes, con listas de espera y atendiendo mal a la gente. Es una vergüenza.
Cuanto tonto subido hay en los hospitales. No hay más que ver a algunos médicos. Se creen semidioses. Ni valen lo que valían los médicos de antaño, ni saben lo que sabían entonces a pesar de medios más escasos. La pérdida de valores llega a todas las profesiones. Ya no hay ni vocación ni nada. Es un todo por la pasta.
A mi no me parece mal que entren en competencia los seguros privados. La compentencia es buena para mejorar la calidad y que no se malgaste el dinero público.
Hola!, esta claro que cuando te ha tocado de cerca conocer lo que hay detrás de las bambalinas de una organización, uno suele llevarse una desilusión.
EliminarPero eso pasa con la justicia, con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y cualquier otro sitio que se te ocurra.
Aquí el problema de la sanidad española, es que mientras que ha habido para repartir entre todos, nadie ha dicho nada. Todos estaban contentos y la calidad asistencial no ha sido mala.
Ahora se juntan dos factores, la escasez de recursos y el bajo nivel de las nuevas generaciones de profesionales sanitarios. Esa pérdida de valores de la sociedad y la menor exigencia a los estudiantes en las universidades, va llegando a través de las nuevas generaciones en todos los ámbitos. Y el caso del Sistema Nacional de Salud, además confluye el intrusismo de muchos estudiantes de otros países con títulos de Latino américa.
La profesión médica siempre ha sido muy respetada por la gente de la calle. Muchos de los hijos de esas generaciones de médicos que eran una institución, continuan con la tradición familiar. Pero llegan ya con la soberbia adquirida sin haber demostrado nada. Su familia tiene dinero y son hijos de, pero nada más.
En los seguros médicos privados te vas a encontrar casi con los mismos cuadros médicos, sobretodo pequeñas ciudades. Pero con la ventaja de una gestión más optimizada, porque es un negocio.
Un saludo.
Yo con asistencia sanitaria estoy contento
ResponderEliminarMe alegro. Afortunadamente la calidad de la sanidad española todavía es aceptable. No todos los profesionales sanitarios están pensando en lo que van a cobrar, ni todos tratan a los pacientes como historias clínicas, en lugar de como a personas.
EliminarUn saludo.
Yo lo que veo es que cuando una patología no le es rentable tratarla en la sanidad privada, te terminan mandando obligatoriamente a la pública. Cuántas clínicas privadas son como meros centros de salud en los que no te resuelven nada. En cuanto ven una dificultad, ala para el hospital público y encima tienen la geta de ponerte en el volante que el usuario tiene sanidad pública para que no se entienda que les remiten ellos y les pasen los gastos.
ResponderEliminarPublicar un comentario
Participa en la conversación y déjame un comentario.