Estamos en un contexto en que los fondos de inversión, son de
calle el producto estrella con el que gestionar los ahorros. Quien más y quien
menos están entrando en algún fondo, dirigido por las recomendaciones de su
asesor o gestor comercial en las oficinas bancarias.
Es un negocio muy rentable para los bancos, especialmente en
un momento en que a las entidades financieras les cuesta mucho trabajo obtener
beneficios con su actividad. Son las comisiones
asociadas a los fondos de inversión lo que les convierte en el vehículo de inversión
estrella para los bancos y quizá no tanto para los ahorradores o inversores.
Se demoniza a veces a los fondos de inversión o a la
industria de fondos, porque es una forma de gestión de patrimonios, donde
gestores, distribuidores y depositarios, siempre ganan dinero, aunque los
partícipes pierdan.
Pero realmente los fondos de inversión no son ni buenos ni
malos por cobrar comisiones. El peligro es como dirigen las entidades
distribuidoras a sus ahorradores hacia los fondos. Especialmente en los bancos.
¿Están bien perfilados los clientes? ¿Se hacen adecuadamente los test de
idoneidad y conveniencia? ¿Se ofrece el mejor producto y con menores costes a
cada cliente?
Hay un conflicto de intereses, que hace pensar que los bancos
sólo venden aquellos fondos que más les interesan por comisiones como
distribuidores, pero no los más adecuados a cada cliente. Y por esa razón
algunos fondos introducen la comisión de
éxito. Pero cuidado, porque puede ser una ventaja envenenada. Ahora te cuento
por qué.
Ya llevamos varios años en los que el patrimonio gestionado
en fondos de inversión no para de crecer. Al final con tipos cero, los plazos
fijos y los depósitos, vencen y como no hay otra cosa, el dinero entra en los
fondos.
Bien. Pero al mismo tiempo que entran más y más inversores en
fondos, se empieza a exigir costes más ajustados, con la entrada también de
nuevos competidores y formas de inversión. ETFs, fondos indexados,
supermercados de fondos que ofrecen un universo de fondos, la bolsa de fondos de BME, etc. Todo un compendio de factores
que empuja a la baja las comisiones que
cobran los fondos de inversión por su función de gestionar patrimonio.
Y donde de media se cobra un 2% sobre patrimonio medio
gestionado, las gestoras se ven obligadas a bajar comisiones, ante la férrea
competencia y la dificultad de justificar elevados honorarios vía comisiones,
por cada vez resultados más pobres. Es decir, los beneficios en la industria de
fondos en España se estrechan cada vez más.
En otras partes como en EEUU, los inversores son un poco más
listos y hace años que las comisiones en los fondos a duras penas llegan de
media al 1%. Pero los inversores en España también están aprendiendo ahora y
comienzan a comprar comisiones, exigiendo comisiones
de gestión y depósito cada vez más ajustadas.
Hasta ahora, las comisiones
de los fondos de inversión siempre han sido un gran negocio para los
bancos, porque al cobrarse implícitamente y día a día en el valor liquidativo
del fondo, el cliente no se entera de lo que está pagando.
Aunque las comisiones de los fondos y los TER (total expenses
ratio) no se ocultan, al no cobrarse de forma directa, por decirlo de alguna
forma, digamos que los inversores todavía no se enteran.
Para que te hagas una idea. Imagina que tienes 20.000€ invertidos
en un fondo o una cesta de fondos, que tiene una comisión media del 1,80%. Supón
además que el saldo medio del fondo o fondos, coincide con el del importe
invertido. Al cabo de un año, habrás pagado 360€ en comisiones que se reparten
entre la gestora y el banco fundamentalmente.
Si por 10€ de comisión de mantenimiento hay quien casi mata
al gestor comercial del banco, imagínate si muchos inversores supiesen lo que
pagan porque les gestionen sus ahorros y en muchos casos les hagan perder
dinero.
Esto se va acabar dentro de muy poco, porque con la MiFID II
que entra en 2018, el cliente va a tener que conocer hasta el último euro que
paga. Pero bueno, mientras tanto, se vive en la ignorancia. Ya veremos de todas
formas como se materializa todo esto llegado el momento.
Mientras tanto, hay quien se le ha ocurrido recuperar un tipo
de comisiones que ya existían, pero que sólo uno de cada once fondos utilizan
en España. Las comisiones de éxito.
Ante la presión en el sector, los bancos y gestoras bajan
comisiones fijas. Pero para dar la apariencia de transparencia, introducen una comisión de éxito. Para alinearse con
los intereses del cliente dicen. Y además lo hacen o lo suelen hacer en fondos
o servicios de gestión delegada de carteras de fondos Premium, a partir de
ciertos importes. Hasta aquí todo muy bonito.
Pero cuidado. Depende de cómo se implemente, la comisión de
éxito, puede ser una ventaja envenenada para tu bolsillo. Esto de las
comisiones de éxito no tiene nada de novedoso, pues son formas de retribución
al gestor en los hedge funds desde
hace más de dos décadas, que se han llevado ahora a fondos comerciales. La
diferencia está en la forma de aplicación.
Imagina que tu banco te dice, que por ser un cliente de los
buenos o de banca privada con un patrimonio X, te dice que solo te ofrece
fondos o carteras de fondos Premium alineadas con tus intereses. De modo que
las comisiones fijas son híper ajustadas, pero que te cobrarán en caso de
hacerlo bien, una comisión de éxito
sobre el beneficio.
Por ejemplo. Pones 60.000€ en una cartera de fondos de
gestión activa, con una comisión fija del 0,75% y una comisión de éxito del 5%
sobre lo ganado en el año que te cargan en cuenta el primer día hábil de cada
enero.
A priori parece atractivo y suena razonable. Los gestores
ganan más cuanto mejor lo hagan. Pero ay amigo. Imagina que el primer año, los
mercados están mal y pierdes un 10%, bajando hasta los 54.000€. Y un segundo
año después el mercado recupera y tu cartera se revaloriza un 10% también,
llevando la valoración de tus fondos hasta los 59.400€. Pues bueno, resulta que
han pasado dos años y tú todavía pierdes dinero, pero tienes que pagar
adicionalmente al equipo gestor el 5% de comisión de éxito sobre los
beneficios del año, que son 270€ más. ¿Cómo te quedas?
Para que el juego sea limpio, los bancos y las gestoras deben
aplicar las comisiones de éxito,
aplicando a cada cliente la comisión si antes se ha recuperado de las pérdidas
pasadas. Lo que en el mundo financiero se o conoce como high water mark. Cuya finalidad es evitar que pagues comisiones sobre resultados aunque el
año haya sido bueno, si aún pierdes
dinero en cómputo global.
Así que si de repente ves que en tu banco empiezan a
ofrecerte fondos con comisiones más bajas pero con comisión de éxito por rentabilidad en el año, ponte en alerta y
aclara este punto. Si no aplican la high water
mark, piensa que un gestor le da lo mismo perder un 5% 25% a efectos de
retribución variable, pero si puede llevarse un plus, tratará de ganar lo
máximo posible y también asumir mayores riesgos. Y más cuando el año previo ha
sido malo y más factible ven obtener resultados positivos al año siguiente para
cobrar comisión.
También te puede interesar:
Hola!
ResponderEliminarGracias por el artículo y la información.
Al final es un problema de educación financiera. Hay personas que se meten en lugares sin conocerlo, y así empiezan los problemas.
Si una persona quiere invertir debe tener un criterio mínimo. De otro modo perderá su dinero fácilmente.
Salu2
Este articulo de ahorro capital, esta muy bien. Pero le ha a faltando poner, en mi modesta opinión y pocos conocimientos financieros.que esas comisiones de éxito de los gestores de fondos no se consideran fiscalmente deducibles para Hacienda, ni como gastos ni como perdidas patrimoniales. Así que vendes el fondo con perdidas(sumando pérdidas patrimoniales Comisión de gestión y comisiones de éxito y solo te pones como pérdidas las dos primeras pero no así la tercera.
EliminarHola Antonio.
EliminarHilando mas fino, añadir que son deducibles para las personas jurídas que sean titulares de fondos, que también es posible.
La comisión de éxito se cobra por cuenta y además lleva IVA. De modo que hay que sumarle otro 21%.
Un saludo.
Publicar un comentario
Participa en la conversación y déjame un comentario.