Pocas decisiones en la vida marcan tanto el futuro laboral y
personal de una persona, como decidir qué
estudiar.
Da igual en que momento o etapa te plantees esa decisión, al
final de lo que se trata es de que elijas lo que elijas, sea algo bueno para
ti.
Hay personas que se podría decir, que casi desde pequeños,
siempre han sabido lo que querían ser y lo que querían hacer. Otros entre los
que me incluyo, hemos tenido sin embargo nuestras dudas.
Salvo que coincida, ante ese dilema siempre se abre la
alternativa de decidir lo que estudio
en base a lo que mejores salidas profesionales y futuro laboral tiene o lo que realmente te gustaría
hacer sin importar su empleabilidad.
No hay soluciones válidas para todo el mundo. De hecho ese es
precisamente uno de los errores que puedes cometer. Hacer lo que hacen muchos otros,
pensando que es lo correcto por ser lo más común. Por eso quiero ayudarte a reflexionar
sobre este tema.
Partiendo de la base de que
estudiar y aprender cosas nuevas siempre va a ser bueno para ti, lo que
tienes que pensar es si eso que quieres hacer, va a ser realmente enriquecedor para
el tipo de vida que quieres llevar en el futuro y si realmente te va a ser útil
en algún momento.
Por otro lado muchas veces puedes iniciar unos estudios muy
ilusionado y darte cuenta rápidamente de que eso no es lo que esperabas. O por
otra parte terminar estudiando algo que en un principio no le ves mucha
utilidad, pero que más adelante, en otra etapa de tu vida, tiene todo el
sentido del mundo.
Como dijo Steve Jobs en su discurso en universidad de Stanford,
no se pueden conectar los puntos hacia adelante, sólo puedes hacerlo hacia
atrás. Así que tienes que hacer las cosas confiando en que alguna vez los puntos
se conectarán en el futuro.
Hay gente que parecen tener las cosas muy claras y que toman
las decisiones con mucha seguridad, siguiendo el plan de vida que se han
trazado. A la vez que critican a los que parecen no tener un rumbo definido.
Si eres de los que dicen los demás que estás perdido en la
vida, no te sientas mal. Muchas veces esos que parecen tener su vida tan
dirigida, son realmente personas infelices, que siguen el camino que la
sociedad, su entorno u otras personas de referencia les han impuesto consciente
o inconscientemente y han perdido su libertad de decidir cómo quieren quemar
sus días.
Porque al final no es tanto que estudio, sino que tipo de vida quieres tener y que cosas te
hacen feliz.
¿Industriales? ¿Tal vez derecho o administración y dirección
de empresas? ¿Te llama la atención bellas artes? ¿Te gustaría ser médico? O ¿tal
vez no quieres hacer una carrera universitaria?
Cualquier opción puede ser buena, siempre que la hagas por
qué tú quieres. Tampoco pasa nada por equivocarse y cambiar de rumbo. O por no
ir a la universidad. Muchos emprendedores de éxito no realizaron estudios
superiores o simplemente abandonaron la universidad.
Sin embargo no te equivoques con el mensaje, la formación
siempre es buena, otra cosa es como decidas aprender las cosas y con quien.
Si tienen algo esas personas de éxito que no estudiaron en la
universidad, es que tenían tanta pasión por algo, que quitaron de en medio todo
lo que les impedía poner el foco en aquello que les interesaba. Pero bien de
forma autodidacta o rodeándose de las personas adecuadas, se formaron y
aprendieron todo lo necesario para hacer aquello que querían hacer.
A veces cuestionar las cosas es la mejor forma de tomar las
decisiones más adecuadas. Lo que ocurre es que somos cómodos. Y en cierto modo
estamos programados desde que nacemos para hacer un recorrido similar al del
resto de personas que nos rodean. Y son precisamente los que van a
contracorriente, quienes sufren las críticas de la sociedad.
Plantearse los interrogantes de qué estudio o que hago con
mi vida, son fundamentales para encontrar lo que realmente quieres en la
vida y evitar caer en la rutina de esas vidas monótonas que se suponen son lo
normal y lo que debes hacer. Y sobre todo para alejarte de la idea de tomar una
decisión por una cuestión de dinero. No centres tus aspiraciones en tener un
buen sueldo, para poder comprar cosas que te hagan mostrar a los demás tu éxito
económico en la vida.
¿Qué no sabes qué hacer con tu vida? Bueno, simplemente vívela,
experimenta y si no encuentras lo tuyo, es que no has buscado en el sitio adecuado.
Una cosa que deberías de hacer sin aun no pasas de los 40, es
tomarte un año sabático. Pero no lo entiendas como un año para hacer el vago. Si
no como un año o unos meses de descanso, después de una etapa de esfuerzo
personal, como unos estudios, un ciclo de trabajo en una empresa o tras un
negocio, etc. Un tiempo para viajar, tener experiencias, conocerte a ti mismo,
conocer a otras culturas, saber qué es lo que te gusta y lo que no, etc.
Mucha gente al introducirse en la rutina laboral después de sus
estudios, se pasa la vida esperando un golpe de suerte que les libere de sus
obligaciones, para poder vivir sin trabajar. Pero te has preguntado alguna vez qué harías con tu tiempo si
tuvieses tus necesidades económicas cubiertas. ¿Te leerías todos esos libros
que querías leer? ¿Recorrerías el mundo? ¿Estarías de fiesta todo el día?
¿Quién te acompañaría en tus aventuras de ocio? La realidad
es que si toda la gente que conoces vive una vida rutinaria, tendrías que conocer
a mucha gente, para poder compartir siempre tú tiempo con alguien, sin además despertar
envidias ni los celos de la gente que et rodea.
Por eso un año sabático antes de decidir que estudiar, tal y como hacen los jóvenes de las sociedades
anglosajonas o nórdicas, puede ser muy enriquecedor. Sobre todo para encontrar tú
sitio y saber valorar las cosas en su adecuado contexto. Muchas veces esos
sueños de las personas que viven vidas grises, son más bien pesadillas que les
hacen sufrir, pero que si las hiciesen realidad, tal vez no serían tan
gratificantes.
Por eso es tan importante darse un tiempo para salirse del
camino establecido y decidir qué es lo que quieres para ti. Yo no puedo decírtelo.
Hay tantas formas de vivir la vida como personas en el mundo. Elige la tuya, no
vivas vidas ajenas, aprende sin parar y sobretodo estudia sobre aquello que te
apasiona. Vive todo lo felizmente que puedas. Porque amigo, la vida es el camino,
no esperes un mañana mejor para disfrutar.
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Tienes razón,pero como tengas hijos ya se acabó.
ResponderEliminarPor que hay q trabajar para mantenerlos,estudios.En definitiva q piensas en ellos y te olvidas de ti.
Hola Jose.
EliminarPor eso hay mucha gente hoy día que decide no tener hijos y vivir su vida o simplemente formar familia cada vez con más edad. Es algo que hay que pensar, sin duda.
También te digo que hay vida después de los hijos. Sé que es difícil y que evidentemente tienes que renuanciar a muchas cosas, pero se puede mantener cierto estilo de vida independiente.
Por otro lado aunque cuanto más joven mejor, no hay edad para un año loco al margen del sistema.
Un saludo.
Particularmente,
ResponderEliminarEste es un tema filosófico elemental que la propia educación debería plantear a todas las personas: ayudarles a descubrir para qué sirven, en qué destacan. Y sin duda, todos deberíamos dedicarnos a aquello que nos apasiona, es la única forma de ser realmente bueno en algo, y poder vivir de ello. Quizá con menos recursos que si hacemos un MBA o Ingeniería industrial, pero al menos estamos en nuestro sitio.
Un saludo
Hola Anton.
EliminarNo es normal que en un país desarrolaldo como España, más de dos tercios de la población empleada esta frustrada con su empleo o desearía cambiar de actividad. Gente sobrecualificada haciendo trabajos menores, personas que eligieron el camino de la carrera profesional con más salidas pero que no les llena, empleos mal pagados, etc.
De modo que sí, descubrir los talentos de las personas, sería un gran logro del sistema educativo. Ahora que tambiém te digo que los MBA y los posgrados estan mitificados. Al final la educación no deja de ser un negocio como otro cualquiera, que estimula la ambición y la codicia de los alumnos que quieren llegar a ser más que los demás.
Un saludo.
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