En momentos en los que el mercado bursátil o de bonos sufre
un fuerte repunte, los ahorradores que tienen su dinero invertido a través de fondos de inversión pueden sentir el
vértigo del beneficio y plantearse la posibilidad de vender el producto para
hacer caja.
Esto puede tener sentido si el fondo de inversión ha cumplido
con su plazo de inversión (de tres a cinco años) y esa rentabilidad es
atractiva. El miedo a perder lo ganado puede ser lo bastante fuerte como para
incitar al ahorrador a realizar beneficios o, simplemente, a reducir riesgos en
su cartera.
En es ese momento cuando la principal ventaja del fondo de inversión se hace más palpable. Si usted considera que ha
llegado el momento de deshacer posiciones en un fondo para situarse en un
producto más defensivo o, simplemente, hacer caja con lo ya ganado y retirarse
a estudiar los siguientes movimientos, basta
con traspasar el capital de su fondo a otro.
De esta manera, diferirá el pago de impuestos, con lo que la
buena operación que acaba de cerrar no sufrirá la merma de la retención para el
pago de los tributos, algo que sí ocurrirá si convierte su inversión en
liquidez.
Los expertos de asesora.com
recomiendan no especular con fondos de
inversión porque no sale rentable en términos de impuestos y comisiones. Otra cosa es que usted decida llevarse
una parte del ahorro de un fondo de inversión para disfrutarlo o invertirlo en
algún otro producto. Lógicamente, las comisiones e impuestos a aplicar
afectarán sólo a esa parte del capital en liquidez, con lo que la merma sería
muy inferior.
El producto continuará su evolución alcista, pero
desaparecerá ese vértigo o ese miedo a perder un beneficio obtenido en el
tiempo al reducir el capital invertido.
Dicho de otra manera, en lugar de vender todo el fondo y
por tanto tributar por la ganancia que ha tenido ese fondo, venda sólo la parte
que quiera cobrar a modo de renta o convertir en beneficio real.
Es decir, si la revalorización del fondo se lo permite y cada
dos meses quiere tener una renta de 200 euros, venda sólo esos 200 euros y de
este modo tributará tan solo por esa parte y no por el capital entero.
Otra opción que puede ser interesante para muchos ahorradores
es la de diversificar su ahorro
en fondos de distribución y de acumulación (los más habituales). Estos
fondos de distribución lo que hacen principalmente es repartir dividendos,
frente a los fondos de acumulación que lo que hacen es reinvertir esos
dividendos. De este modo, si bien tributará por los dividendos cobrados,
obtendrá una pequeña renta periódica (beneficio neto).
Y en lo que respecta a los importes necesarios para
diversificar una cartera, un ahorro de unos 30.000 euros debería estar
repartido en una cesta de unos cinco fondos
de inversión. Con importes menores, los expertos de asesora.com aconsejan diversificar víaproducto (fondos de inversión mixtos) más que a través de una cesta.
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