Más allá del amor, en una relación entre dos personas, también
es importante saber cómo gestionar el dinero y compartir los gastos de la pareja. Porque en poco tiempo, puede
convertirse en un motivo de conflicto y discusión entre ambos.
Cuando comienzas a salir con una persona es un tema que se
evita o no se suele comentar. Y donde cada uno decide cómo actuar sin consultar
con el otro ni compartir información. Pero desde el principio pueden darse las
primeras fricciones, cuando una de las dos personas, siente que soporta más
carga financiera en los gastos sobre las actividades que ambos comparten.
Culturalmente hay quien asume que debe ser el hombre quien
afronte todos o la gran mayoría de los gastos en pareja que surgen al ir conociéndose.
Copas, restaurantes, espectáculos, vacaciones, etc. No obstante cada vez son más
las mujeres que trabajan, que rechazan esa idea y adoptan el rol masculino pagando
ellas o eligen ir a partes iguales desde el inicio.
Saber cómo manejar la economía en pareja y hablar claro desde
el inicio, son la garantía para evitar discusiones a futuro por temas de dinero en pareja. No sólo en los
primeros momentos, sino también más adelante cuando la relación se consolida y
hay convivencia entre ambos.
Lo que une el amor que no lo separe el dinero. Aunque algunas
historias estén más basadas en el dinero que en el amor. Te cuento algunos
consejos para evitar los problemas de las finanzas
en pareja.
No se suele hablar mucho de estas cosas entre las parejas,
pero es un tema que afecta constantemente a las relaciones.
Al conocerse es raro que las partes sepan el uno del otro exactamente
cuáles son sus ingresos o su situaciones económica y mucho menos su ritmo de vida,
aunque algunas cosas salten a la vista. Pero también es verdad que hay personas
que mantienen una fachada que no se corresponde después con el estado de la
cuenta corriente.
Quien más y quien menos sabrá a que se dedica uno y otro.
Pero nadie dirá cuánto dinero gana al mes. Es una parte de nuestra información personal
sobre las que la mayoría de las personas guardamos más celo. Cuando en
realidad, no va a ser difícil intuir una cifra aproximada, ese secretismo puede
conducir a que la otra parte se haga una idea figurada. Y ese es el comienzo de
problemas al compartir gastos en pareja.
Si trabajáis los dos y queréis llevar los gastos en pareja a
medias, lo lógico sería que se aportase en proporción a los ingresos de cada
uno. Si se lleva estrictamente al 50%, se corre el riesgo de que si uno de los
dos va más justo a final de mes, se vea frustrado y de origen a malestar y
discusiones sobre los proyectos o actividades a realizar juntos.
En el caso de que uno de los dos no trabaje o tenga ingresos
muy bajos, tampoco sería conveniente que una persona soporte el peso de todos
los gastos en pareja. Quien menos
disponga tiene que tratar de hacer un pequeño esfuerzo.
Al final se trata de evitar que nadie pueda echar en cara a
la otra persona que lo paga todo o imponer decisiones porque es quien gana el dinero en la pareja.
Las discusiones en el ámbito de las finanzas en pareja, terminan repercutiendo en otros planos de la
relación y emborronado la felicidad que se pueda tener juntos.
Desde hace ya unos años, se acabó eso de lo mío es de ella y
lo de ella mío. La vida moderna, la independencia de cada uno de los individuos
que conforman una pareja, hace que este concepto sea ya un paradigma obsoleto.
Cuando ya hay un vínculo establecido, se conviva en pareja o
como matrimonio, lo más sano suele ser abrir una cuenta común para los gastos
cotidianos de los dos. Donde se trate de aportar la misma cantidad con regularidad
por los dos lados. Y de ahí pagar lo menudo y ahorrar para compartir gastos u objetivos comunes, como un viaje, vacaciones, actividades
de ocio etc.
Si se convive de alquiler o se ha comprado una casa
financiado con una hipoteca, claramente hay que abrir una cuenta común para compartir los gastos en pareja de la
vivienda. Es lo más sano y sencillo para resolver problemas futuros que puedan
surgir, como una separación o una extinción de condominio.
Para los gastos compartidos
puede ayudar hacer un presupuesto de gastos o llevar una hoja de contabilidad de economía doméstica.
Luego hay que ser cuidadosos con los gastos personales y los
caprichos. Tratando de separarlos de esa caja común. Ya que puede que uno de
los dos se sienta incomodo si se gasta más en beneficio o para intereses sólo de
una persona.
Es más que recomendable seguir manteniendo otras cuentas
separadas. Además de para mantener cierta intimidad financiera, es por
una razón de estilos de vida diferentes.
Al principio de conocerse, cada persona puede llevar un ritmo
de gasto distinto, unos vicios o unas aficiones, que suponen un mayor
desembolso todos los meses. Y eso tiene que ir claramente diferenciado de los gastos en pareja y no tiene que ser obstáculo
para aportar al bote común.
También es por el hecho de que cada uno podéis tener unos
objetivos o metas financieras diferentes. Porque además de para separar los gastos
personales, también hay que respetar los objetivos de ahorro de cada persona. Ahorrar
para estudiar un master, clases de inglés, comprarse una moto por ocio, etc.
Para compras grandes y objetivos financieros comunes, es
importante también ahorrar en común para compartir
esos gastos en pareja. Y consensuar el gasto a realizar.
De cada cual depende luego, decidir si de su cuenta personal
quiere pagar o asumir algún gasto de los dos, para tener un detalle con la otra
persona.
También es recomendable fijar adecuadamente el régimen de
bienes si decides dar el paso de casarte. Establecer separación de bienes no es
necesariamente una muestra de menos cariño hacia la otra persona. Si alguno de
los dos desarrolla actividades profesionales por cuenta propia, es lo más aconsejable.
Parece una cosa superflua, pero si no se sientas a hablar los
temas de las finanzas en pareja, puedes
acabar sufriendo interferencias en tu relación por cuestiones relacionados con
el dinero.
Hay quien piensa que sin dinero no se puede hacer nada ni se
puede ser feliz. Pero tampoco pienses que por pagarlo todo de tu bolsillo estas
comprando la felicidad de la otra persona. Si es así, leer esto te debería
hacer pensar un poco.
¿Cómo gestionas tú el dinero en pareja? ¿Has tenido alguna
vez discusiones sobre compartir gastos
en pareja en alguna relación? ¿Cómo resuelves el problema de los gastos en
común?
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