Chico conoce a chica, empiezan a salir y deciden irse a vivir
juntos. En lugar de optar por el alquiler para convivir y conocerse un poco más,
como se quieren mucho, deciden comprarse su nido de amor juntos. Por la gracia
del banco que les concede el préstamo hipotecario, quedan unidos en contrato,
por una buena suma de años.
Pasa el tiempo, las cosas entre ellos no son lo que esperaban
y se va el amor, pero se queda la hipoteca. Alguno de los dos decide que quiere
quedarse con el 100% de la propiedad de la casa, pero las cosas no son tan
sencillas. Y es entonces cuando se topan con la extinción de condominio con
hipoteca y los problemas y consecuencias que acarrean.
Esta historia que está a la orden del día, es el tropiezo
constante de muchas parejas, que tras la ruptura sentimental se encuentran con
el problema de la casa y el préstamo hipotecario. A veces son parejas que
llevan años de relación, pero que se conocen de una vida de hoteles y escapadas
de fin de semana. Otras veces es un flechazo, la edad o las prisas. Una mala
decisión financiera, que luego se puede arrastrar durante años.
Y es que los bancos no entienden de sueños rotos ni de
corazones partidos. Y eso que actualmente, saben que una de cada tres parejas
de menos de 35 años que compran vivienda y piden hipoteca, terminará en extinción de condominio.
¿Quieres saber cuáles son los posibles finales a historias
como esta? ¿Sabes lo que es una disolución
de condominio? ¿Conoces las repercusiones fiscales de la liquidación de la
copropiedad? ¿Qué pinta el banco en todo esto?
Muchas veces los comerciales de los bancos lo ven venir
cuando algunas parejas les piden información sobre una hipoteca. Pero tragan,
porque es una operación más para cumplir con los objetivos. Más adelante ya se
verá. Otras ni se lo imaginan. Pero en general y por lo que saben que luego
puede pasar, es como se explica algunas cláusulas y condiciones que pedirá el
banco, que en ese momento los interesados no llegan a comprender del todo.
Es esta vida moderna, en la que todos quieren tenerlo todo, rápido
y mejor. Aguantamos poco y queremos vivir vidas de ensueño. Y entre eso y que a
veces los trabajos llevan a las parejas a cientos de kilómetros el uno del
otro, todo se acaba. Pero no hay nada que una más que una escritura hipotecaria.
Es fidelidad contractual ante notario. ¿Qué hacer con la casa cuando el amor se
esfuma?
Si te ves en una situación como esta, a priori solo tienes
dos opciones. O vendes, si llegas a un acuerdo en el precio con tu ex o uno de
los dos opta por quedarse con la casa.
En el caso primero, en los últimos años muchas parejas no
consiguen vender si no es a un precio inferior al de la deuda. Que en muchos
casos es inviable y se desiste.
En la segunda opción, dejando de lado el drama familiar que
puede presentarse cuando hay hijos de por medio y centrándonos propiamente en
la extinción de condóminio, mucha gente lo último que se pregunta es ¿Puede
impedir el banco que me quede con la casa tras una ruptura sentimental?
Quien quiere la casa o quien se quiere separar empieza los
trámites. Si la cosa común no es divisible físicamente, se hará una división
económica. Esto se hace mediante la extinción
de condominio. Que puede llegar a plantearse por tres vías. De mutuo
acuerdo, a través de mediadores o si no hay entendimiento, llevándolo a los
juzgados.
Cuando no hay deudas que gravan la vivienda común, todo es
más sencillo y barato en términos de impuestos. Se va al notario y mediante la disolución de condominio y la
correspondiente contraprestación por la adquisición del otro porcentaje de
propiedad, una de las partes de que queda con el 100% de la casa pagando
únicamente el impuesto de Actos Jurídicos Documentados en lugar del Impuesto de
Transmisión de Patrimonio. Te ahorras más o menos un 7% sobre el precio
pactado. Depende de comunidades autónomas.
Eso sí, quien trasmite su porcentaje de propiedad tendrá que
declarar en el IRPF la ganancia o pérdida patrimonial generada e incluso la
plusvalía municipal si corresponde.
Ahora bien, hacer una extinción
de condominio con hipoteca, es una estupidez para la parte que sale de la
propiedad si el banco no traga. Ya puedes tener una sentencia judicial que
estipula que uno de los dos se queda con la casa y con la hipoteca, que eso no
vinculará al banco.
Si el banco no ve suficiente capacidad de pago en el titular
que adquiere el 100% de propiedad, no se reduce la deuda o se aportan garantías
adicionales para aceptarlo por política de riesgos, se negará.
Eso supone que, darse a la fuga y desentenderse de la casa,
no arregla nada si el banco no te saca de la hipoteca. Si quien se quedó con la
propiedad deja un día de pagar, el banco irá también a por ti, para reclamar el
pago o embargarte tus bienes. Aparte de que manteniendo ese riesgo vivo a tu
nombre, te impedirá que te concedan un nuevo préstamo en tu nuevo camino.
En el hipotético caso de que el banco acepte liberar de responsabilidad
a uno de los titulares, podría salirte caro si eres tú quién se queda con la
casa. Para empezar seguramente te novarán las condiciones de la hipoteca y a
buen seguro no serán mejores que las que tenías. Y si quieres ampliar plazo,
necesitas pedir más dinero para pagar su parte a tu ex o meter a otra persona
de titular o avalista, puede que tengas que cancelar y formalizar de nuevo. Y
eso sale caro.
Muchas parejas se ven obligadas a convivir bajo el mismo
techo ante la imposibilidad de vender o de que uno de los dos se quede con la
casa. A consecuencia de la crisis algunos exnovios tienen que soportar la incómoda
situación de convivir, cuando ya no queda nada más entre ellos, que la relación
que les une con el banco y su compromiso de pago de la hipoteca.
Pero si no quieres vivir escenas desagradables de este tipo,
no se puede vender a un precio razonable y nadie quiere la casa, siempre se puede
alquilar a un tercero y quedar como socios inmobiliarios. Ahora que ya sabes
los problemas que puede acarrear una disolución
de condominio ¿qué prefieres? ¿Comprar piso o vivir de alquiler con tu pareja?
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