Una vez el FROB ha adjudicado Catalunya Banc a BBVA, se puede decir que con la salvedad de la
participación de Bankia que queda por vender, el proceso de reestructuración de
la banca española tras la crisis, ha concluido.
El número de entidades que operan en España se ha reducido en
más de dos tercios, tras la histórica desaparición y reconversión de las cajas
de ahorros. Eso sí, sin la liquidación de una sola entidad financiera.
Era natural, que en una crisis que había surgido con un
germen financiero, terminase por asestar un duro golpe a la banca tal y como la
conocíamos. Pero ojo, no sólo han sido las cajas de ahorro, también los bancos extranjeros han terminado
claudicando en un 2014 que ha supuesto el fin de la agonía de muchas de las
filiales bancarias extranjeras en España.
Pero ¿Por qué ha huido
la banca extranjera de España? ¿Qué es lo que han hecho peor los bancos
extranjeros? ¿Tienen más riesgo para los ahorros de los clientes la banca
extranjera en España?
No deja de ser llamativo el hecho de la espantada de la banca
foránea en nuestro país. Puede que sea un hecho en el que no hemos reparado
mucho, pero que no deja de ser significativo y sobre el que conviene reflexionar.
Las principales huidas más sonadas de la banca extranjera en España, son las de Barclays,
que es el banco extranjero con mayor balance (Más de 25.000 millones en
activos) y Citibank. Pero tampoco hay que olvidarse del Lloyd´s y del cierre
masivo de oficinas de Banco Caixa Geral.
Y ha sido notorio que todas hayan decidido tirar la toalla en
2013-2014. España siempre ha sido un mercado bancario, atomizado e
hipercompetitivo, que dificultaba el hacerse un hueco.
Aun así, hablamos de marcas como Citibank, que llevaban más
de 20 años en España o de Barcalys que lanzó un órdago en 2003 comprando Banco Zaragozano y que finalmente han tenido que decir adiós.
Banco Sabadell compró el negocio de Lloyds Bank en España, Citibank
parece que irá a parar a manos de Banco Popular, mientras que por el negocio de
Barclays pugnan Banco Santander y Caixabank.
Y si nos ponemos a mirar el resto de bancos extranjeros que aún no se han ido, vemos que Deutsche Bank,
segunda mayor filial extranjera en España, a pesar de su alianza con
Bancorreos, pierde dinero. Y no digamos Banco Espírito Santo, que habrá que ver qué futuro le espera. BNP Paribás también
pierde dinero en España. Y si damos el salto al famoso banco de internet ING
Direct, vemos que aunque son opacos con la información en España, aquí pierden
dinero como refleja su impuesto de sociedades negativo. Sólo se salva el
italiano Banco Mediolanum.
Si nos ponemos a investigar en que han destacado los bancos extranjeros en España, veremos
que han sido famosos por tarjetas gratis que devuelven dinero, cuentas que
devuelven dinero de recibos domiciliados con la “cuenta nada corriente” de Barclays,
o las visas gratis de Citi o Barclays que curiosamente ahora tanto se publicitan.
Además muchos de ellos como Banco Espírito Santo siempre han estado a la cabeza
del ranking de los mejores depósitos y eso al final se termina pagando. Pobres los
de aquella célebre sociedad de valores, llamada Benito y Monjardín.
En las hipotecas y en el sector empresas nunca les fue bien.
Y al final se quisieron posicionar todos como bancos orientados a rentas altas
y banca personal, pero ni con esas. La rentabilidad y los márgenes financieros
nunca llegaron a ser suficientes.
Y es que nadie en su sano juicio, salvo los propios bancos ya
existentes, se meterían en el negocio bancario. Ya que más allá de los
titulares populistas de beneficios jugosos de la banca, el negocio bancario
tradicional de intermediación bancaria hoy por hoy da pérdidas.
Puede que cueste creerlo, pero con estos tipos de interés y
la actual morosidad, los bancos sobreviven como pueden.
Se ha generado una ola de odio a pie de calle en contra de la
banca, que gracias a los medios de comunicación, ha calado muy hondo en el
imaginario del público. Y eso también daña notablemente las posibilidades de éxito
y supervivencia de la banca extranjera
en España.
No cabe duda de que se han hecho cosas mal (que es algo más
bien imputable casi en su totalidad a las extintas cajas de ahorro), por eso
lleva a caminar a muchos bancos por la cuerda floja. Nadie se imagina lo frágil
que es en realidad un sistema bancario y la solidez de un banco. Están hechos
de confianza. Y últimamente van muy justos. Pregúntenle a algún conocido que
tenga los ahorros en Banco Espírito Santo, si está muy tranquilo pensando en la
seguridad de sus ahorros.
No nos olvidemos de que en la banca española se han destruido
en los últimos 5 años 50.000 puestos de trabajo. Un 20% del total.
De modo que, no sólo la banca
extranjera, con este escenario lo raro no es que la banca española también salga
huyendo. Pero, mejor que no, por nuestro bien.
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