
Pues todo eso y mucho más, puede ser posible gracias a la cartera permanente de Harry Browne. Que
es la idea que quiero acercarte hoy, para que conozcas otra forma de gestionar
tu patrimonio, sin necesidad de pagar por asesoramiento financiero o
preocuparte constantemente sobre cómo y dónde
invertir tu dinero.
Todo el que consigue acumular cierta cantidad de dinero,
busca de algún modo la forma más sencilla y provechosa de mantener y
rentabilizar ese capital.
Pero supone tomar constantemente decisiones, implica tratar
de adquirir los conocimientos necesarios para no cometer errores, a veces hay que
delegar y confiar en el criterio de un tercero o contratar productos que no
sabemos muy bien cómo funcionan. Y todo eso puede generar un coste en forma de
tiempo, preocupaciones y dolores de cabeza.
No tener dinero, puede suponer un problema, pero tenerlo a
veces también. El concepto de la cartera
permanente, es una solución simple, fácil de implementar, segura y que
reporta rentabilidades que baten al mercado de forma consistente. ¿Te interesa
saber más?
A lo mejor estás pensando, si este método es tan bueno ¿Por
qué no lo usa todo el mundo? Bueno, para empezar el concepto de cartera
permanente no es muy conocido fuera de Estados Unidos, que puede ser una de las
claves de su éxito. En segundo lugar, aunque es sencillo de llevar a cabo, hay
que ser riguroso con las pautas del sistema.
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Harry Browne |
El planteamiento de Browne, parte de la base de que los mercados
y la economía fluctúan a través de diversas etapas perfectamente
identificables. Pero asume la evidencia de que dichos cambios se producen de forma
impredecible. Lo que dificulta la toma de decisiones de inversión. Y que al
tratar de adivinar o anticiparse a las distintas fases del ciclo económico, se
cometen errores que impiden tener un rendimiento consistente superior al
mercado.
Con estas premisas Harry Browne diseña una cartera de inversión que sea rentable y
segura en todo tipo de escenarios. Que sea resistente a guerras, depresiones
económicas, crisis, cisnes negros o cualquier tipo de eventos que pueda desestabilizar la economía.
Los principios de la cartera
permanente son por tanto, la seguridad
de la inversión en primer lugar, que sea rentable en cualquier situación del mercado,
que sea estable hasta en los momentos más adversos y que sea sencillo para
cualquiera construir la cartera y hacer seguimiento, aunque no se sepa mucho
sobre mercados y economía.
Para construir una cartera de inversión que de ese resultado,
la clave está en la selección de activos. De tal forma, que una vez compuesta
no haya que hacer nada más que mantenerla de forma permanente.
Y para hacerlo Browne
identificó cuatro fases principales del estado de la economía y los activos que
mejor se comportaban en cada periodo.
- Oro físico para periodos inflacionistas, ya que mantiene mejor su valor que el papel moneda frente a los precios. Puede sustituirse por un ETF.
- Bolsa o acciones de estilo growth para los periodos de crecimiento y bonanza económica.
- Bonos considerados seguros, para épocas de mercados bajistas y entornos deflacionistas. Ya que se aumenta el valor de los bonos en circulación, especialmente en vencimientos largos.
- Cash o dinero para periodos de recesión donde la masa monetaria en circulación es más escasa, al haber escasez de crédito.
Con estos activos como ingredientes y repartidos al 25% cada
uno, ya tendríamos construida la versión básica de la cartera permanente.
Que históricamente ha tenido un comportamiento anualizado
superior al 8%, muy similar al de la renta variable, pero en caso de la cartera permanente, lo ha hecho una
volatilidad muy reducida.
Harry Browne decía además que para que la cartera fuese más
sólida y rentable, la cartera permanente debía de componerse con activos
adquiridos con la menor intermediación y costes posibles. El oro por ejemplo,
si es físico mejor. Pero para evitar riesgo de robo o fraude, también puede ser
sustituido por los actuales ETFs. Y que en todo caso había que tratar de
diversificar en dos o tres entidades consideradas como seguras. Cada porcentaje
de activo, puede subdividirse en varias posiciones por el criterio de
seguridad, pero hasta el límite que implique no asumir costes excesivos.
Como es natural el estado del ciclo económico, hará que cada uno
de los activos se comporte de forma diferente, cambiando el peso de cada uno de
ellos. Para corregirlo, será necesario rebalancear la cartera permanente hasta dejarlos todos en el 25%, vendiendo los
activos que más hayan subido y comprando más de los que más hayan bajado,
siempre que alguno de ellos se haya revalorizado más allá del 35% o alguno esté
por debajo del 15%.
Para reducir costes de transacción y minimizar el tiempo de
seguimiento de la inversión, se recomienda hacer revisión y rebalanceo con
periodicidad anual. Así también se evitan los efectos pánicos o euforias.
Requiere ser muy metódico.
La cartera permanente o permanent porfolio, nace en Estados
Unidos y naturalmente las inversiones estaban hechas en dólares. Si quieres
hacer una réplica del sistema en tu mercado o área geográfica, tienes que
hacerlo en activos denominados en tu moneda local. Para que compensen entre sí
los efectos inflación sin riesgo de tipos de cambio.
En Estados Unidos hay una legión de seguidores de la estrategia de inversión de la cartera
permanente, por lo que si quieres profundizar en la materia, no te será
difícil encontrar más información en webs
o foros
en inglés.
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Hola, ante todo felicitarte por las estradas, siempre interesantes
ResponderEliminarSólo comentar que sí que hay dos webs de la Cartera Permanente en español, una de Antonio Rico, permanentporfolio.org y otra carterapermanente.es de Brownehead, ambas magníficas en mi opinión.
Saludos
Hola, nuchas gracias por el apunte. No está de más conocer que quien quiera saber un poco más de la cartera permanente, puede obtener información en castellano, de la mano de personas que han estudiado el tema en profundidad.
EliminarUn saludo.
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