En un momento en el que el desempleo en España continúa en
niveles muy elevados a lo razonable para una economía desarrollada, muchos
dirían que les bastaría con tener un
trabajo para ser feliz.
Paradójicamente, al mismo tiempo un gran porcentaje de las
personas empleadas, sufren y se sienten infelices en su empleo.
Son muchos los factores que influyen en esa sensación de
insatisfacción en el trabajo. Falta de estabilidad laboral, frustración,
expectativas no cumplidas, mal ambiente laboral, presión, falta de
reconocimiento profesional, envidias, baja retribución, competitividad, etc.
Puedes añadir todas las que quieras.
Muchos aguantan en trabajos con los que no se sienten
implicados, al haberse convertido en esclavos
de las deudas, por malas decisiones financieras. En el mejor de los casos,
quienes tienen buena retribución, se preguntan sin embargo ¿de qué sirve tener
un buen sueldo si no tengo tiempo para vivir y disfrutarlo?
Sea como fuere, hay una sensación de descontento con el
trabajo muy generalizada, que por las circunstancias de la crisis suele ir
unida a la idea de que además no te puedes quejar porque tienes un empleo con
el que pagar las facturas a final de mes. Pero no se trata de eso. Se trata de
saber cómo ser feliz en el trabajo
sea como sea. ¿Quieres saber cómo?
Hay muchas personas que son excelentes profesionales, pero
que por circunstancias, lo pasan mal porque no pueden brillar en su puesto de
trabajo y su empresa no sabe cómo sacarles partido, mientras ven como los más
inútiles y los más zánganos, prosperan y sobreviven con enchufes y
estratagemas.
Como en todas partes, hay buenas personas y gente de buen
fondo, que se esfuerza y apoya a sus compañeros. Pero suelen ser los que más
palos reciben.
Tanto las personas con talento como las personas honestas,
sufren más y son más infelices en sus trabajos al darse de bruces con la
realidad. El hombre es lobo para el hombre y en el trabajo más.
Una de los principales secretos
para ser feliz en el trabajo, es
no cargarse en exceso de responsabilidad y culpa ante los problemas o los
fallos que puedan ocurrir. Y saber asimilar y superar los obstáculos que surgen,
adquiriendo experiencia para el futuro.
Asimismo, en estos años de crisis, muchos trabajadores han
visto cómo sus empresas han sufrido severos procesos de reestructuración, con
reducciones de plantilla y cambios en la organización. Lo que ha generado una
gran incertidumbre, que se ha traducido en trastornos de ansiedad, estrés y
depresión.
Lo que deja claro que, una vez más vivimos en una jungla
moderna, donde sobreviven no los más fuertes, sino los que mejor se adaptan.
Muchos de nosotros no habíamos vivido una situación como a
actual, que ha sido devastadora en algunos sectores del empleo. El hecho de no
tener una experiencia pasada a la que anclarse como toma de referencia, mucha
gente no ha sabido cómo superar la situación, preocupándose en exceso.
Hay que identificar en los entornos de cambio, oportunidades
para mejorar en el trabajo. Y poner el foco en aquellos aspectos que sirven
para aportar valor y marcar la diferencia. Si de acomodas en tu zona de confort
y no haces nada más que preocuparte por lo que pueda pasar, únicamente conseguirás
agobiarte.
Preocúpate por las cosas sobre las en que puedes actuar y olvídate
de aquello en lo que no puedes influir.
El entorno para ser feliz
en el trabajo es quizá una de las cosas más importantes. Tener un buen
ambiente laboral y compañeros en los que te puedes apoyar en momentos de
dificultad, es fundamental para disfrutar con tu trabajo.
En todas partes te vas a encontrar gente mediocre o parásitos
supervivientes, que hacen la vida imposible a quienes consideran una amenaza a
su modo de vida, porque saben que son mejores que ellos. Lo mejor que puedes hacer
es mantenerte alejado de ellos. Ni si quiera pierdas tiempo en mantener las
apariencias. Acostúmbrate a mantenerte indiferente a sus ataques y
provocaciones, contestar cuando creas que es necesario y nunca confiar en
exceso en quien te tiende abiertamente la mano.
Acepta los errores, aprende de las críticas constructivas y
mantente firme ante las críticas destructivas. Sólo buscan crearte inseguridad
y que cometas un nuevo error.
Muchos de los que se preguntan cómo ser feliz en el trabajo cuando pasan un por un momento
difícil, son incapaces de darse cuenta la cantidad de energía que les consume un
sentimiento de culpa excesivo por los fallos en el trabajo. Tampoco se trata de
transmitir una imagen irreal y esconder las emociones para mantener las
apariencias o almacenar resentimiento contra las personas que intentan hacer daño.
Resulta agotador y no conduce a ninguna parte.
Lo ideal para estar feliz
con tu trabajo, es que te dedicases a algo que te gustase tanto que te pareciese
un entretenimiento más que un empleo. Pero sabes que la realidad es otra. Por
eso, como siempre va a haber distorsiones entre lo esperado y lo que la empresa
ha pensado para ti, esfuérzate por seguir mejorando dentro y fuera. Sigue desarrollando
habilidades fuera de tu trabajo para tener una ilusión y dentro de tu empresa
trata de buscar la forma en que puedas aportar valor más allá de lo mínimo
exigido. A veces los ojos además de mirar, ven.
Ajusta tus expectativas, trata de convertirte un líder que
contagia de ilusión al resto de compañeros y dedica tiempo a tus amigos,
familia y a ti mismo. Hay más cosas en la vida, no lo centres todo en el
trabajo.
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