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LA CRISIS (II) | ¿QUIÉN LA PAGARÁ?

            Cómo abordaba días atrás, en esta crisis, había a nivel local responsabilidades que depurar desde ámbito del sector privado y de lo público.

En cuanto a los poderes públicos, me gustaría centrarme en los que con sus decisiones políticas mueven mucho dinero: Gobierno de España y principales Ministerios, gobiernos autonómicos o/y forales, ayuntamientos de grandes ciudades y cajas de ahorro.

Aproximadamente el 50% del total del dinero del Estado lo gestiona el Gobierno de España y sus Ministerios.
En este caso parece claro que las decisiones titubeantes, equivocas o absolutamente contradictorias han lastrado al Gobierno de Zapatero bajando sus índices de confianza a mínimos, tanto dentro como fuera del país.
Se le ha criticado por falta de previsión, por tomar medidas tarde para no perjudicar su imagen, por el excesivo endeudamiento sin verdadera necesidad de ello (planes E); que han dejado al país al borde del abismo.
Si esto fuera poco, las medidas tomadas son absolutamente antisociales, improvisadas y precipitadas. Por lo que viendo el panorama del empleo con, como poco, el 20% de parados; la pérdida del poder por parte del PSOE está prácticamente garantizada.
Ellos pagarán por la crisis.

Además del Gobierno, el PSOE dirige otros importantes resortes de poder algunos de los cuales también se han caracterizado por la mala gestión: Castilla la Mancha, Junta de Andalucía, o en cuanto a las cajas: CCM, Caixa Catalunya, Caja España, y algunos ayuntamientos importantes entre otros.
 
Pero curiosamente, a la vez en ese mismo partido se han dado casos de buenas gestiones, como en Unicaja que, a pesar de ser una entidad inserta en una provincia en la que el crédito a la construcción fluyó con mucha facilidad, se ha sabido mantener al margen, situándose con diferencia como una de las cajas mas solventes del país, tras las tres vascas.
En cuanto a la gestión en grandes Ayuntamientos, Comunidades autónomas o el resto de cajas, el PSOE no siempre sale tan mal parado.

Todo esto último parece que probablemente se le escape al ciudadano y castigue al partido del Gobierno prácticamente por igual en todos los lugares.
En cuanto al futuro ganador en lo político, el PP, querría decir que en la mayor parte de sus responsabilidades principales, tampoco se ha caracterizado últimamente por la buena gestión.
Así, si nos fijamos en los máximos órganos de poder que controla – quiero aquí recordar que el Gobierno español “solo” gestiona la mitad del dinero público- como son: Autonomía y Ayuntamiento de Madrid, Comunidad valenciana, Galicia, Murcia, Ayuntamiento de Valencia y de Alicante o en cuanto a cajas: Caja Madrid, Bancaja, CAM, Caja Duero, cajas gallegas… en seguida, echando mano de los datos, nos damos cuenta que también se han caracterizado por la falta de previsión ante la crisis, altos niveles de endeudamiento, economías poco mecanizadas e industrializadas, apuestas por el crédito fácil y, en algunos casos, falta de transparencia.
De entre estas responsabilidades, muchas son las peores o de las peores administradas del país (vg. en Ayuntamientos: Ayuntamiento de Madrid; en cajas: Bancaja, Caja Duero…).
Es cierto que, en este caso también, nos encontramos con otras gestiones que han sido más satisfactorias: Com. Foral Navarra, La Rioja… etc.

Por lo tanto, el beneficiario político de la crisis tampoco parece que venga avalado por una “manera de hacer” distinta a la que padecemos.
En todo caso el relevo en las responsabilidades se me antoja necesario por lo democráticamente saludable que es y por la ilusión que genere el futuro nuevo gobierno en la mayoría de la gente, que no es consciente de todos los números que presentan las gestiones del PP.

De este modo, en cuanto a los altos cargos políticos, podemos concluir que van a responder políticamente de sus actos, aunque no todos, (¿presidentes de las cajas peor regidas?), ni de manera automática.
Una consecuencia directa de la asunción de responsabilidades públicas es la reducción de altos cargos y la bajada de sueldos de políticos y funcionarios.

Por el contrario, los responsables de las grandes empresas y los banqueros de este país, en la medida en la que sus entidades hayan sido responsables de la crisis, no parece que vayan a asumir ninguna penalización por las consecuencias de sus malas decisiones.
Muy al contrario, las grandes empresas del IBEX-35 van a subir el salario de sus altos ejecutivos en una cantidad significativa.

Esto me parece una aberración socialmente difícil de aceptar, y el ya manido argumento de que son salarios que marca el quasisanto mercado o los beneficios anuales de las empresas, difícilmente casan con la situación de un contribuyente ya cansado de rescatar y rescatar a algunas de ellas con su dinero para que no caigan las demás; mientras ve como sus derechos laborales se le reducen a la mínima expresión, si es que tiene la suerte de mal-trabajar.

Por último, me viene a la cabeza la popular frase de que en las sociedades actuales, los beneficios se privatizan y las perdidas se socializan y me parece que se está jugando mucho con la “paciencia” de unos ciudadanos aparentemente resignados a los designios del capital.
A ver si de tanto tensar la cuerda se les va a romper, como ya está sucediendo con las revueltas que en estos últimos tiempos se están produciendo en algunos países árabes.

Por eso pido por la salud y seguridad del sistema, que los que hayan causado la crisis, de algún modo, la paguen.

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