Me resulta tremendamente hipócrita y torpe, el llamamiento al impago de los alquileres desde cierto sector político, para solucionar un problema que ellos mismos están acrecentando.
Por un lado, se quejan de la falta de oferta inmobiliaria y de los precios desorbitados. Pero por otro, el Estado no para de llenarse los bolsillos en cada transacción relacionada con la vivienda. Y lo más gracioso, es que acusan a propietarios y promotores, así como a los bancos, de no dar financiación.
Resulta que en la crisis financiera e inmobiliaria de 2007-2008, la culpa era de los bancos, por conceder irresponsablemente hipotecas y asumir excesivos riesgos. Y ahora que tienen unos criterios mucho más comedidos, se les acusa de no dar financiación.
En cualquier caso, el Estado no para de recaudar. Resulta que el impuestazo a la banca, que venía a ser una medida temporal y extraordinaria, quiere convertirse en permanente. Saquean todo aquello donde hay productividad y crecimiento, hasta destruirlo. Más vale que el Estado redujese el gasto mastodóntico, reduciendo ministerios y administración.
Por no hablar del atraco fiscal a los ciudadanos. Mucho decir que van a aprobar ayuditas y subvenciones, pero bien que se benefician de cada operación inmobiliaria.
En obra nueva, Actos jurídicos documentados (AJD) en la compraventa y el la hipoteca. 10% de IVA sobre el precio de compraventa. Si es segunda mano, Impuesto de transmisión de patrimonio (ITP), donde el tipo general va desde un 8% a un 10% según casos y Comunidades autónomas. 21% de IVA, en los precios y costes de una reforma.
Cuando eres propietario, Impuesto de bienes inmuebles (IBI) y basuras, cuando eres propietario. En breve, nuevas eco tasas. Si lo alquilas, tributas por el rendimiento que generas (aunque con algunas pequeñas reducciones). Si lo vendes, plusvalía municipal y ganancia patrimonial en el IRPF si hay ganancia. Y así, un sinfín de cosas.
Es un saqueo constante, que reduce la rentabilidad del negocio inmobiliario. Tanto para quien promueve, como para quien es propietario y se plantea alquilar.
Pero, no sólo son los impuestos, las trabas a la vivienda en España. Son la falta de concesión de licencias o la liberalización de suelo para construir a cuentagotas. Es la inseguridad jurídica que generan los políticos con la legislación que promueven. Que no hacen otra cosa que mirar el rédito económico y electoral a corto plazo. Con todo eso, pero ¿Cómo no va haber un problema de vivienda en España?
Ahora los propietarios miran mucho más a quién alquilan. Nadie quiere alquilar a inquilinos vulnerables o potencialmente vulnerables. Y si lo pudieran hacer libremente, subirían el precio por el riesgo. Ya que se ven obligados a contratar seguros de impago que reducen la rentabilidad. Y ya, si les topan el alquiler a cierto importe por ser zona tensionada o no sé qué, lo que consiguen esos iluminados que imponen estas ideas, es reducir la oferta de vivienda. Porque muchos propietarios prefieren no alquilar. Ya que no les compensa. Y no tienen por qué ser grandes propietarios. Igual, simplemente son personas trabajadoras que con su esfuerzo, han decidido capitalizar sus ahorros del trabajo en una vivienda. Con la esperanza de mantener el poder adquisitivo.
Cambios socioeconómicos y demográficos que afectan a la vivienda
A todo lo anterior, no hay que olvidar el bajo crecimiento que han experimentado los salarios en España en las últimas décadas. Han subido 4 veces menos de lo que lo ha hecho el precio de la vivienda y el alquiler. Con este punto de partida, ya vamos mal.
Para más ensañamiento, el Estado no ha deflactado los tramos de IRPF. Los ha mantenido sonde estaban, sin actualizarlo al IPC. Por lo que han bajado el listón a partir del cual empiezan a sacarnos los cuartos.
Por otro lado, ahora cada vez hay más familias monoparentales y muchas más rupturas y divorcios. Lo que ha creado la necesidad de viviendas para una persona o pocos ocupantes. Cuando antes, las familias eran más grandes y 4, 6 o 7 personas, convivían bajo un mismo techo. Ahora no es así.
Suma a todos estos factores una inmigración descontrolada y sin filtro. Y ya tienes el coctel perfecto.
Además, otro gran problema, es que las grandes ciudades son las que más oportunidades laborales ofrecen. Lo que convierte a ciudades como Madrid, en un agujero negro que absorbe talento y mano de obra de todos los rincones de España. Y toda esa gente, necesita un techo bajo el que resguardarse.
Posibles soluciones al problema de la vivienda y los alquileres
Claramente, la solución no pasa por más intervención del Estado. Eso, lo único que ha conseguido es multiplicar el problema. Lo que a su vez, les sirve de auto justificación para meter más la mano en el mercado y empeorar más las cosas.
Se trata de dar más libertad. Aumentar la oferta de viviendas. Promociones publicas, liberalización de suelo y más licencias de obra. Menos impuestazos a los bancos, para que puedan abrir un poco la mano con la financiación. Y reducir la carga tributaria a la compra de primera vivienda. En Bizkaia pagan un tipo reducido del 2,5% y no hay AJD ¿Por qué en el resto del Estado no es igual? De hecho, voy más allá. Y le digo a esos políticos que tanto protestan, ¿por qué no suprimen los impuestos a la primera compra de vivienda habitual y lo reducen a las sucesivas primeras viviendas?
Que reduzca el Estado el gasto. Porque no todo el dinero que se recauda va precisamente para hacer hospitales, contratar médicos, tener mejor educación o hacer y mantener la red de carreteras. Son malos gestores. Y se despilfarra mucho. Hay muchos ministerios y chiringuitos adyacentes, que si se eliminan, no pasaría nada. Más allá, del ahorro de gasto.
Muy buen artículo Jon.
ResponderEliminarYo abundaria en que se promueva suelo publico y se destine a la construcción de pisos donde la oferta sea precaria.
Y por supuesto,totalmente de acuerdo en reducir chiringuitos ministeriales ,ministerios y asesores con suelos de ministros.
Y el quid de la cuestión, bajada de impuestos.
Gracias, Fernando.
EliminarCiertos políticos nunca se plantean recortar gastos. Sólo piensan en recaudar más y llevarse más trozo de la tarta. Si hay negocios de éxito, que arriesgando su capital obtienen beneficios, esos oportunistas sólo piensan en cómo quitarles más proporción de los rendimientos empresariales y que siga la fiesta. Una vergüenza.
Esperemos que en el futuro haya más libertad en España, para seguir siendo un país próspero. Un saludo.
De hecho, yo hace años que tengo una vivienda vacía y no me atrevo a alquilarla por miedo a impagos y que me dejen destrozada la vivienda si los inquilinos se convierten en inquiokupas. No sé si lo más eficiente sería venderla e invertir todo ese dinero en algún fondo de inversión, pues el tenerla cerrada me supone también gastos e impuestos.
ResponderEliminarNo creo que haya problema de vivienda en España para los nativos, pero claro, si se abre la puerta a media “Hispano”-américa y África para suplantar la población, después que no se quejen si nos desfondamos hacia el abismo cuando se incide reiteradamente en la temeridad de apoyar a quienes ejecutan esa política. ¿O es que quieren que hormigonemos todo el solar español?
A ver, el problema de la ocupación, no es un problema masivo. Lo que es más probable es que te comas algún impago y si esa persona es de colectivo vulnerable, te comas un impago más gordo porque no la puedes echar. Pero para paliar parcialmente eso están los seguros de impago.
EliminarA no ser que tengas un patrimonio financiero de más 600.000€, considero un error tener inmuebles como inversión y para alquilar. Los mejores inmuebles y más rentables para rentas, son pisos baratos de zonas obreras. Y mantienen el valor regular. Hay que saber comprar muy bien para que te salga bien.
Los inmuebles no siempre son una reserva de valor. Hay zonas que aguantan mejor. Pero los precios suben y bajan como los de cualquier activo. Y a veces, mucho. Creo que el problema de la vivienda es para todos. Nacidos aquí y residentes extranjeros. Los jóvenes tienen en su mayoría trabajos de mierda mal pagados. Así, ni pueden alquilar, mucho menos comprar y no digamos tener familia. A eso súmale la cultura del aquí y el ahora y no tienen ni para pipas.
Si los políticos metieran menos mano en el mercado inmobiliario y legislasen con cabeza, protegiendo la propiedad privada, otro gallo cantaría. pero tenemos lo que tenemos. Gente que quiere ciudadanos pobres, que se contenten con las migajas que les tiran los políticos de turno como emperadores romanos a la plebe.
Un saludo.
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