La campaña de la Declaración
de la Renta está ya en marcha. Los contribuyentes tienen hasta el 30 junio
para presentar su declaración. Los trabajadores autónomos pueden
acogerse a algunas deducciones en la contratación de los seguros, uno de
ellos es el de responsabilidad civil.
¿Qué es el seguro de
responsabilidad civil?
El seguro de responsabilidad civil es una póliza
obligatoria para muchos trabajadores autónomos y pymes que viene especificado
por ley en función de su actividad. En el caso de que no sea así, siempre es
recomendable disponer de uno, por la tranquilidad que ofrece.
El artículo 1902 del Código Civil determina que
cualquier sujeto que origine daños materiales o personales a otro tiene la
obligación legal de subsanarlos. Esta medida es aplicable tanto a las personas
físicas como a las jurídicas. En el ámbito de las pymes y los autónomos, la
actividad profesional que ejerzan puede ser el motivo de incurrir en esa
contingencia.
Es entonces cuando aparecen los seguros de responsabilidad
civil, que son pólizas cuyo cometido es compensar o amortiguar esos daños
derivados del daño causado. De este modo, los seguros cubren la
indemnización económica que se puede ocasionar. A su vez, las pólizas
cubren en muchos casos la asistencia jurídica en caso de que sea
necesaria.
¿Cuándo es deducible el seguro
de responsabilidad civil?
Los seguros de responsabilidad civil solo son deducibles
cuando están ligados a la actividad económica del profesional. Es decir, las
coberturas de la póliza van a estar destinadas a cubrir daños materiales o
personales provocados por el ejercicio de esa actividad.
De manera adicional pueden acabar
determinados a otros ámbitos de la vida privada, pero no es lo más habitual y en ese caso
no será deducible esa partida. La legislación que afecta al trabajo de pymes y
autónomos entiende como gastos deducibles los ya comentados. Algunos ejemplos
son las facturas del teléfono móvil de empresa, la conexión a internet que se utilice
o la oficina alquilada para desarrollar la actividad.
Puedes reducir gastos de tu seguro de
responsabilidad civil hasta en el 100% de la cuantía, no es solo el IVA del
seguro. Existen numerosas situaciones en las que se puede sacar partido de esta
situación. Así, los talleres mecánicos que llevan a cabo trabajos mecánicos
defectuosos pueden cubrir la indemnización a sus clientes mediante el seguro de
responsabilidad civil.
Lo mismo ocurre con los fontaneros, los hosteleros y un
sinfín de trabajadores autónomos, e incluso aquellos que trabajan desde
casa, sin necesidad de abandonar el domicilio. Si existe una caída de
internet y este es indispensable para el trabajo, el seguro de responsabilidad
civil podrá hacerse cargo de algunos asuntos.
¿Qué sucede cuando este seguro
también incluye pólizas personales?
La deducción íntegra del seguro de responsabilidad civil
solo se aplica cuando las pólizas que cubre están estrictamente
relacionadas con la actividad profesional. En caso de que se sumen aplicaciones
personales, que es positivo para garantizar la estabilidad y hacer frente a
posibles incidencias, no habrá una deducción completa.
Para esas situaciones Hacienda solo permite desgravar el
50% de la cuantía de la póliza en la mayoría de casos. O bien incluso
menos, el 25% cuando el seguro no es individual, sino que está también a nombre
de otra persona.
El seguro de responsabilidad civil es diferente a otros con
los que puede confundirse, hablamos siempre en materia de deducciones. Así, hay
compañías que ofrecen pólizas para comercios y oficinas y estas son
deducibles, pues se entiende que esos espacios forman parte de la actividad
profesional.
Asimismo, cuando los profesionales hacen de su vivienda su
despacho profesional, aquí pueden acudir a una deducción en el seguro del
hogar atendiendo a esta misma circunstancia.
¿Qué otros seguros relacionados
con la actividad profesional son deducibles?
El seguro de coche, que es obligatorio contar con él
en el caso de que se disponga de un vehículo, también es deducible como
actividad profesional siempre que solo se utilice como instrumento de
trabajo y no para actividades particulares y de ocio. En ese caso el
contribuyente deberá demostrar fehacientemente ese uso.
Más allá de estas deducciones, los autónomos también pueden
desgravar en Hacienda el seguro de salud y el seguro de vida, hasta un
máximo de 500 euros al año salvo excepciones.
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