Hablas con la gente y todo el mundo parece estar descontento
con su trabajo. Se sienten infravalorados y mal pagados en sus trabajos. Muchas
personas viven instaladas en la insatisfacción.
A mí me pasa a veces. Pero intento recordar siempre que tengo
que valorar lo que tengo. Obviamente porque podría estar peor y porque
realmente quizá no necesite mucho más de lo que tengo. Pero lo cierto es que se
me olvida contantemente y me llevo algún que otro mal rato.
Supongo que, si eres una persona medianamente normal y te
pregunto, oye ¿tú quieres ser feliz?,
me contestarás que sí. Lo que no está tan claro, es lo que puedes contestar
ante la pregunta de ¿Qué necesitas para
ser mas feliz?
Claro, muchos dirán que mas dinero. Para comprar cosas caras,
chulas y envidiables. Pero créeme, tu desde tu estatus económico y otros desde
el suyo, más arriba o más abajo, pensarán que no tienen suficiente. Es un
sentimiento transversal que atraviesa todos los niveles económicos sea cual
sea.
Todos tenemos esas ansias de tener más y ganar más dinero o
de dar el pelotazo y hacernos ricos de la noche a la mañana. En parte es la sociedad
de consumo, que la formamos todos nosotros, con sus reglas y convencionalismos
la que nos mueve.
Sufrimos por el qué dirán, si te sales de ese guion no escrito
pero predefinido. Estudia una buena carrea, consigue un buen trabajo, échate una
novia guapa, ten hijos, cómprate una casa grande en un bonito lugar en el que
vivir y todas esas cosas.
En el fondo a nadie le importa lo que hagas, pero lo cierto
es que nos encanta juzgar a la gente. Emitimos juicios despectivos sobre gente
no conocemos que no sigue el convencionalismo de la sociedad.
Tal vez porque que otros siguen el camino que nos gustaría
seguir. Pero no nos atrevemos a romper nuestras cadenas invisibles para
escribir unas reglas de vida propia. Y el no hacerlo y ver que otros sí lo
hacen, es un como un reproche de la vida hacía nuestro propio fracaso. Nos duele
y nos genera frustración.
Porque en realidad, da igual el dinero que tengas. Lo que te
molesta es lo que otros que consideras semejantes a ti, puedan conseguir o
puedan comprar con el suyo. Vivimos en una sociedad de comparaciones. Y nos
comparamos con el que tenemos más cerca, que es el que mas nos jode que viva
mejor que nosotros (al menos en apariencia).
¿Crees todavía que
ganar más dinero te hará más feliz? He conocido algunas personas que les ha tocado la quiniela o
la Lotería y parecen ahora personas más tristes y amargadas desde que ganaron
su premio. Tal vez por que antes tenían la esperanza de que eso podía salvarles
y sacarles de su desazón interna. Pero ahora que ya les ha tocado y ven que nada
ha cambiado o que incluso ha empeorado, ya no ven una solución posible.
La mayoría de nosotros, una vez cubrimos unas necesidades
básicas y de confort, no seremos mucho más felices con un pequeño aumento de
sueldo. Probablemente buscarás más el reconocimiento que el dinero.
Hoy en día la pirámide de Maslow empieza por batería y conexión
a internet antes que necesidades fisiológicas. Bromas aparte, lo cierto es que
el dinero no da la felicidad. Simplemente puede hacer que algunos problemas sean
algo más llevaderos. Pero también puede crearte un montón de ellos más si no tienes
cuidado.
La verdad es que es un drama que hoy en día vivamos esclavizados
por diversos motivos que no nos atrevemos a cambiar. Aguantando largas jornadas
de trabajo a cambio de recompensas poco significativas, resignándonos a compromisos
sin amor disfrazados de matrimonio o ceder a las presiones sociales para mantener
ciertas relaciones de pareja.
Haciendo cualquier cosa menos lo que realmente queremos hacer
y sólo por miedo a no ir en contra de la sociedad. Quizá toleramos esa
desesperación porque en el fondo esa relación, ese matrimonio o ese trabajo, también
es realidad estatus y dinero. Los divorcios salen caros y las facturas hay que
pagarlas a final de mes. Por eso entiendo que a veces muchos callan y aguantan.
Pero te voy a decir una cosa. Sólo tienes una vida. Y por
suerte, te ha tocado vivir en una época y en un mundo, en el que puedes vivirla
en libertad. No tienes que estar casado con alguien que quiere cambiarte y no
te acepta como eres o que simple y llanamente en el fondo de su ser, no te quiere.
No tienes que trabajar para una empresa que no te valora y que roba un tercio de
tu vida a cambio de un salario. Por bueno que este sea. No tienes que ejercer
una profesión que consume todo tu tiempo y no te deja espacio para hacer las
cosas que de verdad te apasionan.
No tienes que defender unas ideas en las que realmente no
crees, simplemente por sentirte parte de un grupo. No tienes que vestirte y compórtate
de un modo con el que no te encuentras a gusto. Y todo simplemente porque hay
un código no escrito donde una mayoría anónima ha decidido que es lo correcto y
que no lo es. En definitiva, no tienes que renunciar a tu propia felicidad en beneficio
de nada ni de nadie.
La vida está llena de trampas y de grandes cargas que acumulas
y portas en una mochila invisible, que cada vez limitan mas tus movimientos. Pero
puedes librarte de ellas de una manera muy simple. Utilizando el dinero a tu
favor, pero no de la manera que imaginas.
Aprende pronto que no necesitas la mayoría de las cosas que
compras, acumulas y posees. Que consumiendo menos tendrás más dinero. Y que cuanto
más dinero tengas, antes podrás empezar a invertir. Que esas inversiones,
pueden llevarte a que un día no tengas que trabajar por obligación en un empleo
que detestas. Que, viviendo sin trabajar, ganarás tiempo. Que podrás dedicar
esa vida a lo que realmente te gusta y a los que realmente te importan. Que esas
personas y esas pasiones te reportarán momentos y experiencias inolvidables. Y
entonces sí, es posible que consigas ser mas feliz.
Felicidad... no te da, pero sí una tranquilidad mental que te permite disfrutar mucho más de las cosas al tener el pensamiento 100% en lo que haces y no estar pensando en si tendrás dinero para la siguiente factura
ResponderEliminarEstoy de acuerdo Raúl. Lo que pasa que mucha gente ya tiene lo suficiente para vivir con tranquilidad y aun así no es feliz porque sufre por no tener lo que tienen otros, sin ser capaces de valorar lo que tienen.
EliminarQuiero decir que muchos podrían ser felices con el dinero que tienen cambiando su actitud. Pero siguen obsesionados con consumir, tener más y más y nunca llegan a estar contentos del todo, porque no saben todavía que es lo realmente importante en la vida.
Un saludo.
Yo sería feliz con el dinero suficiente para no trabajar más,o hacerlo si quuero.
ResponderEliminarLo q no se s pasaría al llegar a ese nivel.
Lo q si es verdad es q nos quejamos de vicio y podriamop estar mucho peor.
Saludos.
Hay que tenerlo muy bien pensado. Hay gente que consigue su sueño de no tener que trabajar para vivir y luego no tiene con quien compartir su sueño. O simplemente es visto por el resto como un bicho raro al que envidian u odian. Es un tema que tiene su miga también.
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