Hay mucha gente descontenta con su
banco, pero muy pocos actúan. Nos quejamos mucho y no hacemos nada para cambiar
las cosas. Tal vez por desconocimiento o simplemente por miedo a lo nuevo. Pero
hay otras opciones ahí fuera, que están llegando con las fintech.
A los bancos comerciales
tradicionales hoy día, se les llena mucho la boca diciendo que han puesto al
cliente en el centro de su modelo de negocio. Cuando lo único que de verdad les
importa es vender y vender todo que puedan a quien puedan. Muy a pesar de toda
la regulación que está sufriendo el sector, lo único que se preguntan es ¿qué
podemos hacer para ganar más dinero?
Hace poco te dejaba en el aire la
pregunta de cuál sería tu banco ideal si pudieses elegir las características que te harían decantarte por
una opción u otra. Las conclusiones son que a nadie le gusta pagar comisiones
por servicios básicos, una mayor simplicidad en los procesos, menos letra
pequeña y ventas interesadas, pero por último y no menos importante, tener una
amplia oferta y poder contratar desde un mismo banco productos y servicios
financieros de varios proveedores.
Para la banca comercial tradicional,
esto es un deseo imposible de cumplir, que va en contra de su propia naturaleza
de negocio. Pero para un neobanco por
el contrario, es la esencia con la que nacen.
Imagínate un servicio bancario
impersonal que puedes contratar desde el móvil y que te sirve como plataforma
para ir construyendo desde lo más básico a lo más avanzado, todo un árbol financiero
de productos y servicios. Todo ello con independencia, sencillez y sin
comisiones. Sueña bien ¿no? Si tuvieses la opción ¿dejarías de trabajar con los
bancos tradicionales?
Nos quejamos mucho de la banca comercial por su falta de ética e independencia. Pero a la hora de la verdad, somos muy miedosos con el dinero. Y miramos mucho donde dejamos el poco o mucho dinero que tenemos y con qué tarjeta hacemos nuestras compras y a quién damos nuestros datos financieros. Luego a pesar de todo, la marca del banco a muchos de nosotros nos pesa.
El valor de la marca es para muchos
una garantía de confianza. Y ese es la mayor barrera que tienen que superar los
neobancos para extenderse, ganar la
confianza del usuario y competir con la banca tradicional.
No obstante, creo que al igual que ocurrió
en sus inicios con el comercio electrónico, poco a poco los neobancos irán ganando terreno y
usuarios.
Inicialmente, un neobanco nace con un
público objetivo definido por un rango de edad de entre 18-40 años, un público
joven, los millennials. Pero en
realidad hay cabida para todo aquel que quiere dejar su banco de siempre, si es
que puede y cambiarse a una estructura más dinámica y abierta.
Esta iniciativa y el desarrollo de neobancos, como una rama específica de
las fintech, ya se ha implantado con éxito. Aunque su ritmo de expansión está
siendo bastante lento.
Una de las críticas fundamentales que
suele hacerse a un neobanco, es que
nacen de la mano o con el respaldo de algún banco tradicional. O que cuando son
proyectos independientes, se ven obligados a colaborar con la banca tradicional
para desarrollar su modelo de negocio y se ven abocados a caer en manos de
alguna entidad que les compre.
En España Imaginbank de Caixabank o Atom de BBVA, serían un ejemplo de neobanco ligado a un banco comercial tradicional, que crea una
solución específica para un nicho de mercado concreto desde dentro de un gran banco.
Por otro lado, en España ha empezado
a operar otro neobanco con ADN
alemán, que recientemente ha obtenido licencia bancaria propia, pero que
depende y está respaldado por el banco alemán, Wirecard bank. También sin comisiones en cajeros. Se trata de N26 o number 26.
Hay un proyecto de una startup que ha desarrollado
un neobanco cien por cien español y
que ha captado mi atención. Se trata de BNEXT.
Aún está en sus primeras etapas, pero
tienen un plan de negocio que parece prometedor, con una oferta de servicio
atractiva. Hace muy poco han sacado sus primeras tarjetas, que permitirán a sus
clientes, sacar 3 veces al mes dinero gratis en cualquier cajero en España y el
extranjero con un límite de 500€ mensual.
La tarjeta no tiene coste, la cuenta
no tiene comisiones ni de mantenimiento ni por transferencias y sirve como
plataforma para contratar productos o servicios de otros proveedores. Para más
detalle te dejo su tabla de tarifas.
La idea es buena y reúne gran parte
de lo que desearía de mi banco ideal. No es sólo un agregador de productos
financieros, sino que permite contratar bajo un esquema de arquitectura abierta
productos y servicios financieros de otros proveedores. Sin costes adicionales.
Ellos se autodenominan un marketplace de productos financieros.
Supongo que con el tiempo tendrán que
ir evolucionando. Todavía tienen muy poquitos clientes e imagino que irán
puliendo la idea poco a poco.
Para que fuesen un poco perfectos, como
neobanco tendrían que tener detalles
como poder hacer transferencias OMF en el día, como han incorporado ING Direct
y Self Bank. Envío de dinero por Bizum
a través de chat o WhatsApp. Y que además de Marketplace, fuese comparador de
productos, con reseñas y opiniones de experiencias de clientes. Como ocurre en
Booking con los hoteles. Eso ayudaría a decidir. Es una forma de informarse y sustituir
el asesoramiento financiero, a través del conocimiento y la experiencia
colectiva.
Si son listos y quieren sobrevivir
como modelo de negocio, deberían ser capaces de ganar dinero con lo que hacen.
Y si lo más básico que ofrecen es hacer
pagos con su tarjeta, tendrían que crear un mercado online desde el que los
usuarios pudiesen hacer sus compras por internet y llevarse algunas comisiones de
afiliación, sin que suponga un sobre coste al usuario.
Quizá es mucho pedir. Pero para que
un neobanco pueda ser una
alternativa sostenible a la banca tradicional, tiene que tener un modelo
rentable, sin que eso implique un sobrecoste para los clientes. Sabiendo todas
estas ventajas ¿tú te harías cliente de
un neobanco como BNEXT o N26? ¿Seguirás con tu banco de siempre?
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