Cómo invertir en divisas sin perder hasta la camisa

Hace unos cuantos años, la única forma de invertir en divisas era la compra física de la moneda extranjera. Ahora existen muchas maneras más eficientes de hacerlo, pero no todas son convenientes. Y no lo son porque el mercado en el que se compran y venden las divisas, el Forex, no está indicado para todos los inversores debido a su altísimo riesgo.

El Forex es el mercado financiero más grande y con mayor liquidez del mundo, pero no está considerado como un mercado organizado. Se trata de un mercado descentralizado cuyas operaciones sólo se pueden hacer por teléfono o internet. Además, ofrece una operativa con apalancamiento, ya que a la hora de operar allí tan sólo es preciso depositar un porcentaje del importe total en concepto de garantía. Podemos invertir tanto a la baja (vender divisas) como a la alza (comprar divisas).  Además es un mercado que ofrece liquidez 24 horas al día y sus costes por operación son muy bajos.

Sin embargo, se trata de uno de los instrumentos financieros de mayor riesgo para los ahorradores (por debajo del oro y por encima del mercado internacional de acciones). Por todos estos motivos, es un tipo de actipo que precisa cierta formación, para saber cómo invertir en divisas sin que suponga un peligro. El Forex ofrece una mayor rentabilidad a base de una menor seguridad (mayor fluctuación de precios a corto plazo).

Los expertos de asesora.com recuerdan que “un uso desmesurado de éste instrumento sin la información, pericia y sin la disciplina/precaución necesaria, puede suponer grandes pérdidas y/o grandes beneficios, a costa de un mayor riesgo” y recomiendan “no invertir en este mercado directamente el dinero que necesitásemos a corto plazo”.

Instrumentos para invertir en divisas de forma indirecta

Fondos de inversión: puedes comprar el fondo de inversión en otra divisa distinta al euro. De esa forma, no solo obtendrá la rentabilidad que genera la cartera del fondo, también las plusvalías que genera el tipo de cambio. Los fondos de inversión aportarían una ventaja fiscal, pues no tributan hasta que no se hacen líquidos, y se pueden traspasar de uno a otro indefinidamente.

ETFs: es un fondo de inversión que replica en tiempo real el comportamiento de un índice, mercado o divisa. El funcionamiento es muy parecido al de las acciones: se puede comprar y vender en todo momento y tributan siempre.

CFDs (contrato por diferencias): es un contrato que se establece entre un inversor particular y una entidad. El CFD es un producto financiero que replica el comportamiento de un activo de referencia, llamado activo subyacente. Los CFDs son productos apalancados; es decir, el inversor no necesita invertir el 100% del valor nominal de la operación, sino sólo una parte como garantía. Son contratos que se liquidan por diferencia cuando el inversor cierra la operación.

Futuro: es un contrato mediante el cual las dos partes se comprometen a comprar o a vender un activo determinado, a una fecha futura y a un precio prefijado.

Opciones: son contratos sobre activos financieros donde comprador y vendedor tienen un tratamiento asimétrico. El comprador siempre tiene el derecho a utilizar su opción, mientras que el vendedor estará obligado a cumplir con la operación. 

Como última recomendación sobre cómo invertir en divisas, los expertos de asesora.com recuerdan que lo importante es tener una cartera correctamente diversificada (activos, tipos de gestión, divisas, instrumentos financieros, vencimientos, zonas geográficas, sectores, etc.). La opción final dependerá de su perfil como inversor, situación económica y expectativas económicas.

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