En el pasado lunes el primer ministro griego, Georgios Papandreu acaparó todo el protagonismo económico de la zona euro lanzando un órdago desafiante que pilló desprevenido a gran parte de Europa e incluso a su propio ministro de finanzas Evangelos Venizelos que tuvo que ser hospitalizado (del susto imaginamos).
Una broma de mal gusto, de la que pueden extraerse varias lecturas. Como bien dice Larry Elliott en su artículo en The Guardian, donde retoma la conocida comparación de las deudas con los bancos “Si debes mil euros a un banco, tienes un problema. Si debes 100.000 millones, el que tiene el problema es el banco”. Y esa debe de ser la estrategia de Papandreu, que pretendería renegociar las condiciones del rescate por otras mas blandas a cambio de retrasar el referéndum o de olvidarse de él. ¿Por qué?
Pues porque sabe bien que una quiebra descontrolada de Grecia no sólo arruinaría a su país (que probablemente acabe así mas tarde o mas temprano), sino que arrastraría a varios bancos franceses y alemanes al abismo. Pero Papandreu sabe que el problema de fondo no son los bancos, si no el efecto en cadena que podría provocar desatando el caos en Italia y España. Y es que hay que ver la poca memoria que tenemos.
Era abril del 2010 cuando Zapatero el congreso justifica la participación de España en el primer rescate griego. Lo malo y grave no el es hecho en sí. Aunque España estuviese en una situación delicada no tenía muchas opciones. Lo molesto es escuchar como Zapatero intentaba convencer a los españoles de que era un negocio redondo.
Fuente RTVE: Video sesión congreso 21/04/2011
118 millones de euros de beneficios en intereses para reducir el déficit público, prestando 3.600 millones de euros al 3%. ¡Menudo chollo! Lo malo es que ahora esos 3.600 millones de euros nos hacen falta a nosotros y encima igual ni nos les devuelven, y obviamente ni nos pagan un solo céntimo de intereses.
Y es que ya se sabe que entre timadores… Pero mientras tanto Papandreu que se lo juega todo a una carta, ha puesto en jaque a toda Europa, a costa de llevar a Grecia hasta las puertas del mismo infierno.
Que los ahorradores griegos van a perder su dinero es lo de menos, que los funcionarios y jubilados no van a cobrar en diciembre no importa, lo preocupante es que si no salen las cosas como piensa Papandreu puede retrotraer en el tiempo a la sociedad griega a tiempos de la Grecia antigua. Lo malo es que después viajaremos en el tiempo los españoles y los italianos y no precisamente volveremos a tiempos del Imperio romano.
Papandreu ha activado el mecanismo de autodestrucción, esperemos que no ocurra la detonación, pero lo que es seguro es que ni Grecia debió de entrar al euro ni seguirá en él.
Al final, después de todo parece que se trataba mas de estrategia política que otra cosa (hay que tener valor). Se cual sea el camino elegido lo cierto es que a Grecia le depara un negro futuro. El problema es que ese camino puede que lo comiencen a andar otros paises...
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