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Comparadores de productos financieros | Tendencias que transformaran la banca

Si uno echa la vista atrás 20 años y analiza como era la banca de principio de los noventa puede tomar conciencia de la transformación que ha sufrido el sector. Aunque parezca que llevamos toda la vida enganchados a internet y a los teléfonos móviles la incorporación a estas tecnologías podría decirse que es de antes de ayer. Los que tenemos algunos años (tampoco muchos) notamos la diferencia. Las nuevas generaciones no lo notarán.
Exactamente por eso la banca del futuro estará en internet. Decirle a una persona de 60 años que cambie sus relaciones con su banco de toda la vida para hacerlo a través de internet representa un gran cambio. Decirle a un adolescente de 15 años que su relación con el banco tendrá que ser mediante un ordenador no representa ningún esfuerzo de adaptabilidad. De hecho, probablemente un porcentaje muy alto de los adolescentes de hoy día no pisarán nunca la oficina de un banco para realizar sus operaciones cuando estos tengan 30 años.

            Lo llamativo de este cambio es que está liderado por los consumidores y no por los bancos. La banca lleva tiempo en internet, de hecho la banca online prácticamente se ha triplicado en los últimos 5 años, sin embargo no está sabiendo resolver las necesidades de los clientes. Quien si han sabido detectar estas necesidades y han encontrado una oportunidad de negocio son los comparadores de productos. ¿Por qué?
            El consumidor ha perdido la confianza en su banco de siempre. Antes el director o el empleado del banco de toda la vida era un prescriptor, como un abogado o un médico que resolvía sus problemas y representaba una referencia de valor. Ahora el consumidor ve en el personal del banco a comerciales que quieren vender su producto pero no necesariamente les recomienda lo que más le conviene.
            Esta agresividad comercial del sector bancario está transformando a los consumidores en clientes que buscan un alto grado de satisfacción y con un grado nulo de fidelidad. El consumidor actual lo que quiere es más información para decidir por si mismo lo que más le conviene. Ese cambio ha hecho que comparadores de productos financieros como Bankimia o iAhorro hayan ganado terreno pues aportan valor al usuario. El cliente potencial encuentra una selección objetiva de productos en base a sus criterios de selección y búsqueda.
Por otro lado los bancos han detectado en los comparadores un nuevo canal de venta. Lo que ha hecho que la venta y la actividad comercial por el método tradicional haya perdido efectividad. La venta offline tradicional está condenada a extinguirse si no se profesionaliza. La única salida para la banca es recuperar la confianza del cliente poniendo a su disposición verdaderos expertos que asesoren y ofrezcan valor.

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